Esquema de planta modular destinada a la producción de GNL. Imagen Wison Energies.
Por Adrián Luciani / Argenports.com
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Cuando pocos lo imaginaban, sobre todo porque poco tiempo atrás algunas voces de la compañía habían señalado que el proyecto de TGS destinado a construir una planta de GNL en puerto Galván, Bahía Blanca, había quedado en stand by, ahora parece que la iniciativa de la “permanente evaluación”, porque hace años que viene siendo sometida a estudios, sigue viva y con posibilidades de concreción.
Al menos así quedó puesto de manifiesto por Martín Coello, un alto directivo de la compañía (jefe de Proyectos) durante la reciente Jornada de Midstream que organizó el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) en la ciudad de Neuquén.
El dato, por demás interesante para Bahía Blanca, sobre todo en plena puja del puerto local con Punta Colorada (Río Negro) para quedarse con el gran proyecto exportador de GNL que impulsan YPF y Petronas (otra iniciativa con más de un lustro de evaluaciones), fue rescatado por el periodista David Mottura, de Mejor Energía, quien estuvo presente en el mencionado evento.
Tras señalar que en la exposición quedó reflejado que para lograr mayor eficiencia y mejorar los rendimientos económicos, una de las alternativas comprobadas en el mundo es el de las estaciones modulares (como el proyecto impulsado por TGS), la cual va creciendo de la mano de la demanda y del contexto de la compañía y el mercado.
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"En los últimos años está viéndose cada vez más seguido que la estrategia de lograr mayor volumen se logra con multitrenes de menor capacidad, pero con construcción de tipo modular", expresó Coello.
"Por supuesto, este sistema puede ser escalable casi de forma ilimitada y brinda una mayor flexibilidad para atender eventuales variaciones, ya sea en la demanda o en el suministro de gas, permitiendo apagar los trenes que queden fuera de servicio y manejar un shutdown del 50% de cada módulo", agregó.
En ese marco, de acuerdo a la presentación realizada en Neuquén, TGS pretende que en el Complejo Cerri estén las instalaciones de medición para la toma de gas y eventualmente una planta compresora, según lo requiera el proyecto.
En tanto, para la instancia media y final de esta planta modular existen propuestas de endulzamiento del gas para reducir su contenido de dióxido de carbono, la deshidratación para la remoción de hidrocarburos pesados y, por supuesto, el tren de licuefacción con su sistema de refrigeración.
Para TGS y sus socios, Bahía Blanca tiene buenas condiciones climáticas, con vías de acceso adecuadas con todos los servicios y la localidad posee una relación con el oil & gas a través del polo petroquímico -donde ven una posible sinergia con el GNL-.
Sin embargo, las recientes declaraciones de Coello contrastan con las realizadas en marzo pasado Gustavo Marini, CEO de Pampa Energía, quien señaló que la iniciativa de su firma subsidiaria (TGS) podría “carecer de competitividad”.
Por eso Marini afirmó que el grupo se sumaría al megaproyecto impulsado por YPF – Petronas.
Incluso en mayo pasado, Alejandro Basso, director Financiero de TGS, se manifestó en la misma dirección cuando dijo que “hemos puesto el proyecto de GNL en ‘stand by’ porque hay un nuevo enfoque por parte de YPF”.
Cabe recordar que TGS había estado explorando diseños para su propia planta junto a una empresa con sede en Texas, Excelerate Energy, e incluso había conseguido espacio para su instalación en el puerto de Bahía Blanca.
Las tierras se ubican detrás de la ex refinería de la Esso, en puerto Galván, sobre amplios terrenos ganados al mar en ese sector del estuario.
Por entonces Basso había señalado que la compañía estudiaba sumarse al proyecto de YPF, mientras que su socia, Excelerate Energy, prefirió no hacer comentarios al ser consultada en tal sentido por la agencia Bloomberg.
Evidentemente, de acuerdo a las recientes declaraciones del jefe de Proyectos de TGS, algo cambió, ya que ningún directivo de esa importancia se referiría públicamente a una iniciativa de esa envergadura si ésta no estuviese vigente o con posibilidades de concreción.
Mientras tanto, como sucede con el de YPF, este proyecto sigue en eterna evaluación, acumulando cinco años de estudios, si toman en cuentan los anuncios realizados en tal sentido.
Ya a fines de 2019 desde estas páginas señalábamos que si bien el proyecto más importante era el de la petrolera YPF (por entonces sin Petronas), la iniciativa de TGS – Excelerate se encontraba muy avanzada y a punto de completar un año de estudios y análisis.
Por entonces Gabriela Aguilar, CEO de Excelerate Energy había dicho que se trataba de una terminal modular terrestre y que inicialmente tendría capacidad para procesar 4 millones de m3 diarios, escalable hasta 16 millones de m3, con almacenamiento flotante de lo producido y una inversión de 600 a los 800 millones de dólares.
Si bien por entonces ya se pensaba en un proyecto mucho más pequeño que el de YPF, esa cifra representaba un aumento de la capacidad de procesar el gas natural en GNL ya que la planta flotante de licuefacción “Tango” que operó la petrolera nacional en el puerto local, tenía una capacidad de 2,2 millones de m3 diarios.
En aquellos años se mencionaba que al ser un proyecto de menor tamaño que el de YPF, tenía la ventaja de una más rápida ejecución, al mismo tiempo de requerir una inversión mucho menor.
Siempre, hasta la sorpresiva irrupción de Punta Colorada como posible sede del proyecto de YPF - - Petronas, el lugar elegido para exportar GNL fue el área portuaria e industrial de Bahía Blanca, sector cuenta con un puerto de aguas profundas y seguras para la operación de buques metaneros, tal como lo ha venido demostrando desde 2008.
Y según un informe del Enargas de años atrás, el gasoducto troncal Néstor Kirchner libera capacidad y aumenta el suministro de gas en la ruta Neuquén–Bahía Blanca, atendiendo una demanda futura del Polo Petroquímico bahiense de 15 MMm3/diarios y en una etapa posterior podría habilitar la construcción de una planta de GNL con una demanda potencial de 16 MM m3/ diarios.
Si bien es razonable y necesario señalar que la construcción de plantas de licuefacción requieren enormes inversiones y que no pueden decidirse de un día para otro, también resulta lógico pensar que muchas cuestiones ya están más que analizadas y que en realidad también hay factores exógenos que cuentan y mucho.
Por ejemplo, resulta clave aludir a la ventana corta de tiempo para exportar gas que brinda la actual coyuntura geopolítica y también a la decisión que tomará el próximo gobierno de los Estados Unidos con relación al fracking, porque si la Casa Blanca decide seguir adelante y ampliar la producción, Argentina quedará fuera frente a proyectos competitivos ya en marcha y que sólo necesitan ser ampliados.
Sin ir más lejos, quizás sólo alcance con recordar lo que dijo esta semana el titular de YPF; Horacio Marín, al aludir a la inversión que requiere la iniciativa de esa empresa y Petronas.
"Se trata de un proyecto que se hará en etapas, aunque igualmente necesita un número muy alto que no es financiable ni por YPF, ni por ninguna empresa argentina, ni por petroleras extranjeras. Se requiere un financiador, estructurar un project finance. Por eso, sin RIGI no iba a haber GNL ni potencial de Vaca Muerta, pero con RIGI sólo no alcanza, hay que tener el proyecto, financiación y estabilidad”.