"El mayor desafío fue ver el horizonte más lejos, y por eso los trabajos que hemos hecho fuera del canal de navegación, siempre bajo las autorizaciones correspondientes, como los estudios de campo del Magdalena, los trabajos hidrométricos sobre el Paraguay, el Alto Paraná"
“El Estado ha continuado las tareas, las ha mejorado y brinda nuevos servicios que antes no existían”.
De esta manera se refirió José Beni, interventor de la AGP, a la labor desplegada por dicho organismo al frente de la Vía de Navegación Troncal.
En una nota institucional publicada por la AGP, este abogado especializado en derecho marítimo, con 27 años de trayectoria, que fue Director de Vías Navegables y Gerente General de la AGP, destaca el rol histórico de la empresa estatal que durante décadas coordinó el desarrollo portuario nacional.
A continuación se transcriben los párrafos principales de la entrevista:
--¿Qué balance hace de la gestión de AGP en la Vía Navegable Troncal?
--El balance es extremadamente positivo, y lo evalúo desde distintos aspectos: el funcionamiento interno de la empresa, la gestión de la vía y la participación como Estado.
“En lo referido al funcionamiento interno, recibimos un voto de confianza enorme, en el cual el capital humano y la capacidad técnica de la empresa se conjugaron con un objetivo muy claro, la eficiencia del sistema, y han logrado y superado las metas propuestas.
“En lo que se refiere a la gestión de la vía propiamente dicha, AGP ha demostrado que puede brindar un servicio con estándares internacionales sin que se notaran los cambios por la modificación del concesionario. Todo esto redunda en el objetivo final, que es brindar la mejor calidad del servicio.
“El estado ha continuado las tareas, las ha mejorado y brinda nuevos servicios que antes no existían.
“De esta manera podemos decir que el balance ha sido satisfactorio para AGP, para el Estado en general y para el usuario”.
El ministro de Transporte, Diego Giuliano, y José Beni, en el Centro de Monitoreo de la VNT.
--¿Cómo manejaron la expectativa de cambios que había en el sector?
--La gestión de la Administración General de Puertos nació con muchos preconceptos negativos. Más allá del trabajo propio, el primer desafío fue revertir esta tendencia y para eso necesitábamos demostrar que nuestra gestión podía mantener el estándar con el que se venía trabajando. En esta primera etapa, dejamos claro que AGP es una empresa del estado que puede cumplir metas y obtener logros.
“Nuestro contrato original es de mantenimiento y lo hemos logrado, pero, con este proceso consolidado, el propio trabajo de nuestra empresa despertó las expectativas del sector.
“Entre otras cosas, incorporamos un sistema hidrométrico mucho más accesible para el usuario, con una red ampliada; sistemas de monitoreo y control sobre la vía para el mantenimiento de las infraestructuras; mejoras en los sistemas de balizamiento y señalización, y demás trabajos que benefician a la seguridad de la navegación y a la agilización del tráfico en el sistema logístico.
“Se trata de generar herramientas y tecnología para aplicar al sistema, a la par de la realización de las tareas de mantenimiento, para poder mejorar el servicio final.
--Más allá del mantenimiento, el sector sigue a la espera de una licitación larga y de una nueva vía navegable ¿Qué postura toma AGP?
--Nuestra tarea como Administración General de Puertos es muy clara. Nos regimos en el Decreto 427/2021, que está en coordinación con el Decreto 566/2021 que le impone al Ente de Control y Gestión de la Vía Navegable la realización de una nueva licitación con nuevos parámetros.
“Nosotros nos apegamos a las disposiciones gubernamentales y ministeriales sin perjuicio de adelantar camino dentro de nuestro rol”.
--¿Qué desafíos tuvieron en el proceso?
--La gestión de la Vía Navegable es parte de un sistema de navegación. Tomar la concesión del canal troncal luego de tantos años de statu quo generó para la empresa un estrés de trabajo enorme, al que se respondió muy bien. Pero hubo todo un proceso de aprendizaje y adaptación, interna y de métodos de trabajo, contemplando las necesidades de la vía a mantener, y las necesidades de todo un sistema de navegación que depende de esta vía troncal.
“El mayor desafío fue ver el horizonte más lejos, y por eso los trabajos que hemos hecho fuera del canal de navegación propiamente dicho, siempre bajo las autorizaciones correspondientes, como los estudios de campo del Magdalena, los trabajos hidrométricos sobre el Paraguay, el Alto Paraná, los canales secundarios.
“Este ha sido el mayor desafío interno. Si bien somos los concesionarios de una vía troncal, como parte del ministerio de Transporte y considerando el rol que tiene el Estado, estamos para actuar sobre un complejo sistema que está al servicio de todos.
“Otro de los desafíos, en un ámbito distinto, fue afrontar los temores que había sobre el ingreso del Estado en la gestión. Por eso también rápidamente organizamos las mesas de diálogo y coordinación, donde cada uno de los actores del universo fluvio marítimo pudo presentar su mirada, sus necesidades, y conocer qué tarea estamos realizando”.
--AGP asumió la gestión de la VNT en medio de una histórica bajante, ¿Cómo afectó la tarea?
--Nada más desafiante que tomar el servicio en ese contexto. Una bajante que lleva ya 3 años, y es extraordinaria por el nivel de bajante y por su duración, que tiene perspectiva de continuarse. Eso impactó en toda la gestión de la infraestructura.
“Menos agua, más cantidad de buques, lo cual genera mayor congestión de tráfico. Si bien no es nuestra misión la gestión de tráfico, sí sabemos que hay mayor peligrosidad y riesgo sobre la infraestructura. Como no podemos generar más agua, pusimos el foco en la tecnología para que el organismo que le corresponda pueda gestionar mejor el tráfico, y compensar una cosa con otra.
“Después hay cuestiones propias de ingeniería. El cambio de régimen hidráulico exige alternativas en el manejo del dragado y balizamiento, que se han ido adaptando a las necesidades y a lo cambiante de esta circunstancia.
“Por más que estamos en un largo período de bajante, las circunstancias cambian cada quince días, y eso genera la obligación de revisar trazas de dragado y de balizamiento, revisar permanentemente volúmenes de agua, de canales. Lo que nos exigió esta bajante histórica es la necesidad de agudizar el ingenio por otro lado, y eso se resolvió compensando el mayor tráfico generado, con un mejor manejo de ese tráfico”.
--Se habló de incorporación de tecnología, ¿cómo mejora eso la navegación?
--A nivel internacional existe lo que llamamos en Argentina el manejo inteligente de los ríos. Esto es: aplicación de tecnología informática, captación y procesamiento de datos de modo que la coordinación de tráfico –con la infraestructura que tenés– sea mucho más ágil, más coordinada y más segura.
“Está claro que el control de tráfico hace a la tarea de Prefectura, no a la AGP, pero nosotros manejamos muchísima información– a partir del manejo de la ruta navegable, del contacto diario con la veintena de variables que va desde el nivel de agua al sistema de trabajo diario– y esto nos permite colocar sensores y captar información en los 1477 kilómetros de la vía, y aportar a su vez esa información tanto al sector público como al privado.
“Hay que tener en cuenta la previsión de una gran creciente, que llegará cuando termine la bajante actual”.
--Uno de los grandes temores, por parte del sector privado, cuando ingresó el Estado a la gestión era la transparencia.
--“Está absolutamente todo a la vista y en internet. Todos los meses publicamos, para el público en general y para el especializado, 10 distintos reportes, donde se analiza y se informa el tráfico que hubo en el mes, cuál fue la facturación, cuál la recaudación y dónde se ha invertido. Con lo cual no hay ningún tipo de secreto, todo lo contrario. Se ha tomado la decisión política de mostrar absolutamente todo.
“En todo el sector, tanto usuarios como empresas varias, han destacado mucho este aporte de información; ya sea porque damos a conocer datos puntuales de las tareas de cada área, o porque presentamos los balances de la administración. Hay un consenso grande en la apertura de información que antes no estaba disponible, y que va a permitir tomar mejores decisiones cuando se planteen nuevas obras y tareas en la traza.
“Como mencionamos antes, somos un organismo que escucha y dialoga con todos los actores del sector, que forman parte también de esta política de transparencia porque son naturalmente parte interesada en su buen funcionamiento”.
--¿Cómo debería ser la nueva Vía Navegable Troncal, antes llamada Hidrovía?
--AGP es un organismo técnico, de carácter público, siempre a disposición de la orientación que dicta el ministerio. Especialmente, nos abocamos en esta etapa a fortalecer la infraestructura, una tarea que consideramos esencial y que implica diversas cuestiones, desde equipos físicos a definiciones técnicas de la gestión de la traza.
“En paralelo, se debaten diversos proyectos sobre cómo debería ser la vía navegable en el ministerio, junto al Consejo Federal de Hidrovía (CFH), que suma la participación de los gobernadores del litoral, en una apertura federal dispuesta por el gobierno.
“El rol de AGP es claro: aportar su capacidad técnica y operativa para llevar adelante los objetivos que establece la política.
“El CFH es un organismo político, creado por el gobierno nacional, donde se definen objetivos y medidas a tomar para cumplirlos. La capacidad técnica de la AGP, que ya tenía y que incorporó con la tarea de estos meses, permite estar preparados para afrontar cualquier desafío que la política indique.
“Sí podemos decir que entendemos que hay un sistema integral, que excede e incluye al mismo tiempo la traza actual de la VNT, en el cual el desarrollo de la infraestructura –con una visión federal– tiene un rol clave para el desarrollo de todo el país.
“La opinión de AGP sobre el futuro de la vía es la ya expresada: nosotros demostramos que el Estado está a la altura de las circunstancias. La definición futura de la Vía Navegable Troncal la tomará el gobierno en base al diálogo con las provincias”.
--Una idea que siempre está presente es el desarrollo de la Marina Mercante nacional.
--“AGP está empeñada desde el punto de vista técnico y comercial en el establecimiento de un servicio regular que permita la alimentación recíproca y la comunicación de todos los puertos del litoral: desde Formosa y Misiones hasta La Plata. Al menos en una primera etapa, pensamos en un sistema fluvial.
“En ese sentido, existen diversos estudios ya realizados, y se trabaja junto al ministerio en la definición de algunos aspectos y primeras medidas.
--¿Cómo se vincula la tarea en la VNT con otras obras de la AGP?
--“Como decíamos antes, formamos parte del gran sistema de navegación argentino. Hemos trabajado en el desarrollo técnico del Canal Magdalena, sobre zonas de cruces en el Río de la Plata, estudios de pasos secundarios, de canales alternativos, porque lo consideramos un gran sistema de navegación a mantener y mejorar.
“En este sentido, las obras del Puerto Buenos Aires –como cualquier otro puerto fluvial– están ligadas a las definiciones de profundidades que tenga la VNT. AGP está a la espera de las definiciones y mejoras en el gran sentido del sistema. Toda mejora en el sistema redunda casi en forma automática sobre los puertos incluidos, obviamente con la inversión que se requiera para ello”.
--¿Qué cambió para la AGP en este tiempo?
--La administración de la Vía Navegable Troncal –antes llamada Hidrovía– fue el posgrado, que complementó una senda política implementada dos años antes. No es que cambió, sino que es una parte central de un desarrollo institucional que nos trajo a este desafío.
“AGP en la década del 90 entró en un proceso de liquidación directamente. Empezó una senda de achicamiento, que tuvo su capítulo en la gestión anterior donde se propuso incluso su desaparición definitiva.
“En el 2020, en el contexto de una política general del gobierno, AGP vuelve a mirar a lo lejos y hacia arriba. Sale de su propio cascarón y empieza a abrir su trayectoria a la comunidad.
“De esta manera, en distintos campos, se empieza a trabajar en distintos ejes. Por un lado la capacitación. Por eso el Centro de Capacitación que estaba reservado a sus propios empleados se convierte en un centro nacional regional –en vías de certificación con el ministerio de Educación– que nos permite brindar cursos de índole variada a personal propio, de otras administraciones portuarias, estudiantes de Argentina y del extranjero, básicamente América Latina, y de esa manera, exportar conocimientos vía cursos desarrollados por nuestro Centro a los países.
“Esto a su vez nos permite comenzar a trabajar sobre proyectos portuarios fuera de la jurisdicción del Puerto Buenos Aires, como el Magdalena, varios proyectos en Tierra del Fuego, el Cruce Marítimo Austral que involucra también a Santa Cruz, y asesoramiento a varios puertos del interior.
“También se produjo una apertura institucional de información. AGP brinda los servicios que le requiera cualquier organismo. De hecho, firmamos convenios con el ORSNA, con parques nacionales, con provincias y municipios.
“Brindamos apoyo educativo, portuario e institucional a espacios que cuatro años atrás era impensado.
“En ese contexto es que AGP estuvo en condiciones de recibir la administración de la VNT. Estaba demostrado que AGP no se autolimita. Por eso consideramos que esto corona un ciclo, no que lo inicia, y que esta nueva etapa traerá otros grandes desafíos.
El rol de AGP es claro: aportar su capacidad técnica y operativa para llevar adelante los objetivos que establece la política.