Durante toda la guerra los submarinos alemanes fueron una seria amenaza para los barcos aliados.
Julio B. Mutti
Historiador y escritor - Especial para Argenports.com
Hace tiempo que se especula con la posibilidad de que barcos mercantes de bandera argentina, durante la Segunda Guerra Mundial, ayudaron o de alguna manera reabastecieron a submarinos alemanes que operaban en el Atlántico Sur.
Más allá de las innumerables historias, nada se ha podido comprobar al respecto, y a esta altura de los hechos, es muy probable que todo se trate de otro mito.
A finales de la década de los noventa, el contradictorio informe CEANA (Comisión para el esclarecimiento de las actividades nazis en Argentina), realizado por el profesor Ronald Newton para el Gobierno Argentino, trajo a la superficie un hecho acontecido "a finales de agosto de 1942", donde se describe a un mercante argentino, de nombre "Santa Cruz", siendo sorprendido por aviadores brasileños en pleno encuentro con un submarino alemán..
En el pasado se ha comprobado que mercantes de bandera alemana lograron romper los bloqueos de los puertos sudamericanos y proveer de esa manera a corsarios alemanes de superficie (cruceros auxiliares) con productos sudamericanos.
El U-507 que sembró el caos en las costas de Brasil hundiendo varios barcos mercantes.
Hay al menos dos casos comprobados. Sin embargo, nunca se ha comprobado que un mercante de bandera argentina hubiera realizado tal maniobra.
A finales de la década de los noventa, el contradictorio informe CEANA (Comisión para el esclarecimiento de las actividades nazis en Argentina), realizado por el profesor Ronald Newton para el Gobierno Argentino, trajo a la superficie un hecho acontecido "a finales de agosto de 1942", donde se describe a un mercante argentino, de nombre "Santa Cruz", siendo sorprendido por aviadores brasileños en pleno encuentro con un submarino alemán. Newton se basó en documentos desclasificados de la Embajada de EE.UU en Buenos Aires.
Más allá de que en Brasil el hecho está bastante documentado, según algunos historiadores de ese país, en Argentina nadie más siguió la pista de ese hecho, al menos hasta hoy.
Al parecer, esos documentos estadounidenses estaban bastante equivocados. El episodio existió, aparentemente, pero los datos mencionados por Newton, a la vista de documentos desclasificados por el MRE argentino, son algo inexactos, pero a su vez bastante reveladores.
En el mencionado archivo argentino hay varias cajas del año 1942 que relatan mucho más detalladamente lo sucedido. El mercante "Santa Cruz", tal como lo cita Newton, ni siquiera fue mencionado o tenido en cuenta en la denuncia que hizo el Gobierno brasileño al argentino. Es decir que ni siquiera formaba parte de los buques que cubrían las rutas entre ambos países ¿De dónde sacó Newton o los estadounidenses ese nombre? Es un enigma.
Los documentos argentinos revelan que los buques mercantes argentinos denunciados por los brasileños, de haber estado en contacto o en cercanía de U-boots alemanes, fueron dos: el "Favorita" y el "Dublin". Ambos habitualmente presentes en las rutas comerciales entre puertos argentinos y brasileños.
El primero fue acusado directamente de abastecer a un submarino, mientras que el segundo fue denunciado por no haber enarbolado su pabellón sino hasta la tercera pasada rasante de un avión de combate de Brasil.
La primera denuncia del hecho fue realizada ante el cónsul argentino en Porto Alegre, mediante el interventor militar de esa ciudad sureña. Lo importante es que claramente ubica el incidente en la mañana del 23 de agosto de 1942, entre las 7 y las 8 horas. El mismo día de la reunión entre el cónsul y el interventor. Es un dato, el de la fecha exacta, a tener en cuenta.
Se dijo que el hecho tuvo lugar entre Laguna y Florianópolis, más cerca de esta segunda ciudad, y que la identificación de los barcos fue reiterada e inequívoca.
Como un cónsul y un interventor militar no tenían el rango suficiente para abordar este asunto, pronto se convirtió en una denuncia formal de Brasil ante el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina.
Cuan seriamente tomó el Gobierno de Brasil este asunto lo demuestra la prohibición temporal que sufrieron los vapores argentinos "Norte" de la armadora Mihanovich y "Río Primero", de la Flota del Estado de partir de Río de Janeiro.
¿Los brasileños temían que esas naves argentinas asistieran a sus nuevos enemigos? Eso parece. Esos buques solo lograron partir con mucha demora y gracias a las seguridades otorgadas por el cónsul argentino ante el ministro de relaciones exteriores local. (Según menciona el telegrama cifrado 1.099).
Es necesario destacar que en las conversaciones entre ambos funcionarios, el ministro brasileño, Osvaldo Aranha dijo que "estaba probado" que el buque "Favorita" había estado apareado con un submarino, y que de buena fuente él sabía que su tripulación estaba compuesta por marinos alemanes, italianos, españoles y solo algún argentino. (Telegrama cifrado 1.099).
Muy diligentemente, el día 31 de agosto, el Ministerio de Marina, a cargo de Mario Fincati, estaba listo para presentar un muy detalladísimo informe "secreto" para exculpar a cualquier nave que enarbolara el pabellón argentino de tamañas acusaciones.
Tapa del expediente del MRE que contiene los documentos de esta historia.
El informe completo, que aún se conserva en el archivo del MRE, es muy extenso y claro en deslindar responsabilidades. Entre los busques investigados, es decir entre los que hacían esas rutas para finales de agosto de 1942, se hallaban los siguientes: Favorita Clara I; Favorita D. Santiago; Favorita Santos Cosme y Damián; Novillo; Sarandi; Curupaity; Oeste; Dublin; Norte; Toro; Quequén; Río Negro y Bariloche.
Del listado anterior se pude descartar muy rápidamente a los buques que estaban anclados en puertos brasileños para la fecha del incidente. Ellos eran: "Toro", "Oeste", "Norte, "Quequén", "Bariloche" y "Río Negro".
De los barcos restantes, el Ministerio de Marina abrió una investigación tan rápida como detallada. Sin embargo, todos los que se encontraban en el mar en el momento de los hechos descriptos por los aviadores brasileños fueron absueltos de tales acusaciones, principalmente debido a las fechas concretas de partida y a sus velocidades máximas posibles. Es decir que se concluyó que era imposible que cualquier barco argentino estuviera involucrado; y así, los aviadores brasileños fueron tomados por locos.
Pero hay algo que no cierra con respecto al "Favorita Santos Cosme y Damián", un pequeño mercante de 490 toneladas, que por esas cosas del destino no era otro que el viejo "Kurt", construido en los astilleros alemanes de Tecklenborg A.G. en Gestemünde.
La denuncia efectuada por Brasil ante la Cancillería de Argentina habla de un hecho acontecido la mañana del 23 de agosto de 1942. En
Bahía Blanca / Buenos Aires / Argentina
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