En la década del ´50 fue comprado por la empresa Salvamar, que se dedicaba a hacer tareas de rescate y recuperación de naves hundidas. Foto Argenports.com
Redacción Argenports.com
Entre los numerosos atractivos que ofrece la ciudad de Ushuaia, en sus costas atesora la presencia encallado de un buque que prestó servicios durante la Segunda Guerra Mundial durante la invasión de los Aliados a Normandía.
Si bien tuvo múltiples nombres a lo largo de su historia, aunque se lo conoce por el último que recibió: Saint Cristopher.
Originalmente se llamó HMS Justice (W-140) y fue construido por la marina estadounidense en 1943, aunque nunca prestó servicio en ese país: fue transferido al Reino Unido por la ley de Préstamo y Arriendo que se promulgó para prestar apoyo durante la Segunda Guerra Mundial.
En el mencionado conflicto bélico ofició como remolcador de rescate de la Real Marina Británica y según los reportes de la época prestó servicios durante la Invasión de Normandía, una de las batallas más cruciales que cambió el curso de la guerra en favor de los aliados.
Según Histarmar, los ATR fueron remolcadores de salvamento construidos en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial, con cascos de madera y máquinas alternativas de vapor, para aprovechar la capacidad ociosa de varios astilleros y ahorrar tanto materiales como maquinarias estratégicas.
El diseño original correspondió a la firma John D. Alden – Eldredge – McInnis, de Boston, Masachussetts.
Estaban construidos con cuadernas de curvas moldeadas, no naturales, separadas 2,38 pies entre sí y forradas de madera de 4,5 pulgadas de espesor. Utilizaban una maquinaria propulsora a vapor de cuatro cilindros tipo Skinner de 1.875 I.H.P. alimentadas por dos calderas Babcock & Wilcox acuotubulares tipo “D". Su desplazamiento estándar era de 852 toneladas y 1.315 toneladas a plena carga.
Podía desarrollar una velocidad máxima de 12 nudos, con un alcance de 3.000 millas, y medían 50,42 metros de eslora.
Estaban armados con un cañón doble propósito de 3” y dos ametralladoras antiaéreas Oerlikon de 20 mm.
El buque Saint Cristopher fue construido en un astillero de los EE.UU., prestó servicio en la Segunda Guerra Mundial para Reino Unido y terminó sus días en la Argentina. Foto Diario Prensa.
Poseía dos bombas de salvamento y lucha contra incendio de 2.000 galones por minuto y para las tareas de remolque llevaba un carretel que podía estibar 250 brazas de cable de acero, el cual debía hacerse firme a un gancho de remolque. Además estaba equipado con una pluma de 6 toneladas. Se construyeron en total 40 ATRs.
En particular, el Saint Christopher fue construido en el astillero Camdem Shipbuilding & Marine Railway Company de Cadem, Maine, la máquina propulsora por Fulton Ironworks y las calderas por Babcock & Wilcox
Puesto en gradas el 20 de enero de 1943, botado el 18 de octubre de 1943, la madrina fue la Señora Joy D. Creik, transferido a la Royal Navy y comisionado en Boston, el 24 de abril de 1944 como H.M.S. Justice.
Fue reintegrado a la custodia de la armada de los Estados Unidos el 20 de marzo de 1946 y dado de baja el 3 de octubre de 1947.
Eñ ARA Yamana, buque parecido al Saint Christopher, aunque de casco de acero (foto US Navy / Histarmar).
Debido al alto costo de mantenimiento de los cascos de madera y al alto consumo de combustible de las calderas, estos remolcadores no tuvieron una larga vida y solo unos pocos perduraron en la vida civil.
Luego de haber finalizado la Segunda Guerra Mundial el barco fue adquirido por un empresario italoamericano llamado George Bachtelder, quien lo habría puesto a contrabandear mercancías entre las costas de África y Europa, en el Mar Mediterráneo.
En la década del ´50 este buque fue comprado por el empresario argentino Leopoldo Simonici, quien era el titular de le empresa Salvamar, que se dedicaba a hacer tareas de rescate y recuperación de naves hundidas.
En este contexto participó del intento de rescate del Monte Cervantes, un barco que “naufragó” dos veces en las costas de Ushuaia.
El buque Monte Cervantes fue construido en un astillero de Alemania en 1927 y tenía 160 metros de eslora. Usualmente hacía la ruta Buenos Aires-Puerto Madryn: tuvo un primer naufragio en 1930 cuando tocó con un bajo fondo en Ushuaia y empezó a hundirse hasta que el capitán llevó el navío hasta los islotes del faro Les Éclaireurs y lo encalló allí.
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Estado actual del buque en la costa de Ushuaia. Foto Lucrecia Lethier / Pixabay.
Con el paso del tiempo el Monte Cervantes dio una vuelta campana y quedó abandonado al lado del faro hasta 1954 cuando se inició un proyecto para rescatarlo en el que intervino el buque Saint Cristopher, que fue una de las naves que lo remolcó luego de que fuera restaurado y reflotado, aunque la suerte no estuvo de lado de ninguno de los dos barcos: el Monte Cervantes se partió y se hundió nuevamente a una milla del lugar, mientras que el Saint Cristopher quedó averiado y llegó hasta las costas de Ushuaia donde encalló.
En 1957 fue abandonado y quedó encallado frente a la costa de Ushuaia, donde actualmente se lo puede visitar y se ha convertido en un gran atractivo turístico.
En 2004 le quitaron el combustible que le quedaba cargado y periódicamente el Gobierno local le realiza trabajos de mantenimiento para que su casco no se deteriore.