“Es imposible por el deterioro que tiene”, dijo Jorge Olivier, representante de Generación Malvinas, tras una inspección ocular del buque en la Base Naval Puerto Belgrano.
Redacción Argenports.com
Los planes de convertir en un buque museo al ARA Santísima Trinidad, nave insignia de la recuperación de las islas Malvinas, en 1982, no podrá concretarse debido al avanzado deterioro que presenta la histórica embarcación.
Así lo admitió el cordobés Jorge Eduardo Oliver, representante de la agrupación de ex combatientes Generación Malvinas.
“Este buque llevó en sus entrañas el Comando Táctico de Operaciones con el cual se genera la recuperación en ese momento (2 de abril de 1982) de nuestras Malvinas. Lamentablemente, termino de hacer una inspección ocular y no podrá ser un museo”, dijo Oliver al programa Nunca es Tarde, de La Brújula24.
En tal sentido, señaló que evidencia serios daños estructurales.
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“Incluso, por la forma en que está podrido oxidado, habría que cambiar toneladas de chapas y de hierro, lo que sería equivalente a volverlo a construir”, indicó.
Luego explicó que el buque fondeado en la Base Naval de Puerto Belgrano fue el primero de su tipo (destructor clase Tipo 42) en construirse en Argentina y recordó que es uno de los seis que se armaron en todo el mundo.
“Teníamos la idea de hacer un buque museo en el cual estuviera la totalidad del buque a disposición de la gente, pero es imposible por el deterioro que tiene. Está irrecuperable.
“Hemos convenido –agregó-- hacer un listado de lo que vamos a recuperar y lo vamos a distribuir a lo largo del país en lugares donde podamos mantener al alcance de los argentinos esa parte de la historia”.
Al respecto, dijo que algunas de las piezas que se pueden extraer son la proa, la torreta del cañón de proa, el sistema de lanzamiento de misiles y la popa.
Señaló que será una tarea ardua, debido a lo pesado de algunas partes, como el cañón que ronda las 5 toneladas.
Si bien a fines de 2020 el tiro de gracia recayó en el presidente Alberto Fernández, quien dispuso que el ARA Santísima Trinidad dejara de ser patrimonio del Estado Nacional, el final del histórico destructor ya había sido decidido mucho antes, más precisamente en marzo de 2016.
Ese año el entonces Jefe de Estado Mayor General de la Armada, vicealmirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur, en base a estudios técnicos, determinó que el grado de deterioro que presentaba el buque tornaba inviable su recuperación.
Los informes aludieron a las graves consecuencias que generó el hundimiento parcial que debió soportar desde el 21 de enero de 2013, se escoró totalmente a babor en la dársena de Puerto Belgrano por la rotura de una tubería, hasta diciembre de 2015, cuando fue reflotado.
Cabe recordar que la noticia de la venta como chatarra dispuesta el presidente de la Nación, el 17 de diciembre de 2020, generó fuerte malestar entre los excombatientes y Oliver presentó un amparo para impedir la enajenación del bien.
Dicha presentación tuvo resultado favorable en septiembre de 2021, ya que el juez federal Walter López Da Silva, titular del Juzgado Federal N° 1 de Bahía Blanca, admitió la medida y suspendió el decreto presidencial y la oferta del buque.
Luego, en diciembre del año pasado, la Cámara Federal de Bahía Blanca rechazó la apelación del Estado y confirmó la suspensión del decreto presidencial.