Las recientes medidas de restricción cambiaria están teniendo un grave impacto en las operaciones logísticas de comercio exterior.
Redacción Argenports.com
La Asociación Argentina de Agentes de Carga Internacional (AAACI), el Centro Despachantes de Aduana (CDA) y el Centro de Navegación (CNAV), le solicitaron al gobierno que revoque las recientes medidas de restricción cambiaria adoptadas por medio de la Com. “A” 7746 del Banco Central.
Como vino informando Argenports.com, a raíz de dicha disposición oficial, los operadores de la cadena logística del comercio exterior, se han visto impedidos de operar normalmente en el mercado de cambios, a los efectos de cumplir con el pago y posterior remesa de los fletes percibidos en esta plaza a sus beneficiarios en el extranjero.
“Señalamos con absoluta preocupación la aplicación de dicha medida, ya que la misma atenta contra el normal funcionamiento de las operaciones y flujos del comercio exterior estandarizados a nivel global, afectando negativamente la actividad de los exportadores, importadores, agentes de carga, despachantes y agencias marítimas que actúan en nuestro país”.
En sendas notas dirigidas al ministro de Economía Sergio Massa y al presidente del Banco Central, Miguel Angel Pesce, las entidades señalaron que dicha medida repercutirá en el encarecimiento de las operaciones de comercio exterior y el posible desabastecimiento de insumos para la producción nacional, con pérdida de producción, empleo y de ingresos millonarios en divisa para la Argentina.
El documento lleva las firmas de Jorge Pereira, presidente de la AAACI; Héctor Pardal y Javier Bertolotto, titular y secretario, respectivamente del CDA y de Julio Delfino y Alfonso Jozami, presidente y gerente general del Centro de Navegación, respectivamente.
“No resulta viable la aplicación de un esquema que contempla el cobro de fletes en pesos, para que recién luego de cumplidos 90 días, se puedan adquirir las divisas suficientes para efectuar las remesas correspondientes a dichos pagos.
“Esta condición –agregaron--, resulta de imposible cumplimiento, ya que ninguna de las empresas argentinas que integran la cadena del comercio exterior, pueden absorber el riesgo de pérdida de poder adquisitivo durante dicho plazo, atento el reinante contexto de inestabilidad cambiaria y desmedida inflación que castigan a la economía argentina”.
Como consecuencia de lo anterior, preocupa a todos los firmantes que los armadores de buques en el exterior, adopten como política y única solución viable, el pago y cobro de los fletes y otros servicios de transporte, directamente en el exterior, convirtiendo a la Argentina en “Puerto Sucio”.
“Por los motivos anteriormente expuestos, las organizaciones firmantes, las que en conjunto representan a todos los eslabones del comercio exterior argentino -carga, terminales portuarias y barcos-, solicitamos a Usted tenga bien disponer de su urgente intervención para instrumentar la revocación de la normativa señalada, manifestando los firmantes su completa vocación de diálogo a efectos de trabajar en conjunto con la Autoridad, otras medidas que permitan el cumplimiento de la política cambiaria, garantizando al mismo tiempo la continuidad del flujo del comercio exterior argentino”, concluyó la nota.
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Cabe señalar que otras entidades como Cámara de Importadores de la República Argentina (CIRA) y la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA) se manifestaron en términos generales y le pidieron al gobierno la revocación de la medida.
Por ejemplo, CERA expresó que el impacto de esta medida, cuya incertidumbre en lo inmediato ha comenzado a paralizar la actividad vinculada con el transporte marítimo, principal medio de transporte para nuestro comercio exterior, culminará finalmente con una pérdida estructural de competitividad para el país.
“Este nuevo cambio en las reglas no se limita al efecto financiero menor de una demora forzada en la cadena de pagos. El proveedor argentino al verse eventualmente forzado a solicitarle a su comprador internacional el pago del flete en destino se torna no sólo menos confiable sino menos atractivo.
“Adicionalmente, al dificultar la optimización de la carga localmente, la operatoria se hace menos conveniente para las navieras y la Argentina continuar perdiendo conectividad en menos de países vecinos”, agrega la nota que lleva la firma de Fernando Landa, presidente de la CERA.
En tanto, desde la CIRA se señaló que esta decisión es de un impacto mayor en toda la cadena de valor del comercio internacional, que ha producido -desde su publicación, la semana pasada- una fuerte incertidumbre en todos los cargadores (importadores/exportadores) sobre cómo continuar las operaciones comerciales habituales en relación a la contratación de los fletes internacionales, en todos sus modos (terrestre, marítimo, aéreo, multimodal).
“Nuestro país se encuentra en una situación logística delicada, toda vez que -además de tener los costos portuarios más altos de Latinoamérica- su ubicación geográfica implica que la Argentina sea un punto de destino final y no de tránsito, corriendo un riesgo constante de perder tráficos y frecuencias de buques, aviones y camiones, en manos de otros países de la región, más competitivos, de más fácil acceso y con importantes volúmenes de operación habitual”, indica el escrito dirigido a Massa y que lleva la firma de Oscar Pérez, titular de la CIRA.