Buques reefers en Mar del Plata, una rareza que a veces se hace realidad

04 agosto 2023

Tras haber cargado 1.600 toneladas de pescado congelado en cajas, el barco frigorífico Libra partió hoy hacia Camerún.


Con su inconfundible silueta blanca, el Libra deja el puerto marplatense.


Por Adrián Luciani / Argenports.com

aedgarluciani@gmail.com

   Hasta hace un par de años atrás, la presencia de buques reefer en el puerto de Mar del Plata era algo imposible de ver, de hecho durante toda la década pasada prácticamente desaparecieron.

   Ahora, aunque siguen siendo una rareza, estos barcos volvieron a hacerse presentes de manera esporádica.

   Tal es el caso del buque Libra, que el martes amarró en la Terminal de Contenedores 2 (TC2) y hoy partió rumbo a Camerún con 1.600 toneladas de pescado congelado, en cajas.

buque libra mar del playa

El buque reefer, de 121 metros de eslora, bandera lituana y 32 años de antigüedad  en el muelle de TC2. Foto Emilio Bustamante.

   “Se trata de un buque que acá carga a granel y se usa esporádicamente, sobre todo por algunos destinos como Camerún, que es donde más se consume la corvina que se exporta de nuestra zona” dijo el empresario Emilio Bustamante, titular de la terminal.

   Señaló que si bien la carga está compuesta en su gran mayoría por corvina, también se cargaron otras especies (pescadilla).

   “Cuando no se puede cargar por contenedor por determinada causa, como por ejemplo el destino, en este caso, o como sucedió antes con la falta de contenedores vacíos, no queda otra que apelar a la exportación a granel.

   “Lo ideal es el contenedor, que es mucho más perfecto desde todo punto de vista, acá va la mercadería a granel, separada por cliente mediante redes. Es un sistema más rudimentario, más antiguo y más caro pero igual sirve a los fines de la exportación”, precisó.

    Los barcos frigorífico, considerados en su momento como los buques más rapidos y elegantes, surgieron a mediados de la segunda mitad del siglo XIX, mientras que las décadas de 1950 y 1960 marcaron su mejor momento, sonre todo porque el comercio de frutas y carnes tropicales continuó expandiéndose en el mundo.

¿Rumbo a la extinción?

   Ahora bien, ¿son esos buques, en su mayoría pintados de blanco (para reflejar la luy y el calor) dinosaurios que se dirigen rápidamente hacia su extinción?

   Hasta algunos años atrás la respuesta era afirmativa y no daba motivo para cierto margen de duda, sin embargo, la pandemia y la aparición de dificultades en el mercado de los contenedores, con faltantes, congestión y altas tarifas, le dieron a los buques frigoríficos convencionales una nueva oportunidad, aunque por corto plazo.

buque libra

Foto del Libra en una de sus recientes visitas al puerto marplatense. Foto Osvaldo Traversaro / Marine Traffic.

   Cabe recordar que en los últimos años apenas se construyeron media docena de buques frigoríficos convencionales, lo que significa que la disponibilidad de estos buques a nivel mundial llegará a un nivel en el que las líneas de contenedores refrigerados no tendrán competencia directa en este canal comercial.

   Uno de los últimos y más grandes fue el Cool Eagle, pudiendo cargar alrededor de 8.000 palletss bajo la cubierta y cerca de 6.000 en contenedores cargados en la cubierta.

   En 2019 la consultora de transporte marítimo Dynamar NV  publicó un informe aludiendo a la abrupta caída del número de buques refrigerados y su posible desaparición.

Unos 300 en 2030

   En tal sentido, precisó que los barcos refrigerados puros transportan solo alrededor del 18% de la carga refrigerada; el resto se transporta en buques portacontenedores.

   Incluso mencionó que sólo quedan 574 buques de carga refrigerados convencionales considerables (más de 2.800 m3) y el informe predijo una flota refrigerada de menos de 310 barcos para 2030.

   Además de la competencia del contenedor refrigerado, estos buques no pueden afrontar las exigencias derivadas de los nuevos estándares de emisiones de combustibles.

buque cool eagle

El Cool Eagle, uno de los reefers más modernos que opera en el mundo. Foto Patrick Biegstraaten / Marine Trafic.

   “Como los buques frigoríficos requerían una gran inversión de capital para construir, estaban destinados a durar mucho tiempo, pero debido a su antigüedad no es probable que justifiquen la instalación de depuradores o conversión a combustibles más ligeros”, mencionan los especialistas.

   Algunos, como Richard Bright, fundador y editor de Reefer Trend, sostuvo que el “frigorífico especializado debería haber muerto en 2020”, aludiendo a las normas de la OMI sobre el óxido de azufre que entraron en vigor en enero de 2020.

   “El frigorífico es mucho menos eficiente en combustible que el contenedor. El coste adicional del combustible debería haber hecho que el frigorífico fuera mucho menos competitivo”, puntualizó.

   Tras señalar que la flota de buques reefer está envejeciendo, con un número limitado de nuevas construcciones, señaló que la edad promedio de la flota es de 30 años, mientras que la vida útil promedio aceptable de un buque frigorífico es de 26 años.

   Si bien admitió que hay un grado de inversión para mantener los barcos en funcionamiento, dijo no tener claro si estas inversiones incluirán nuevas construcciones.