La balanza energética, que fue negativa en 2022 por unos US$ 4.500 millones, podrá estar equilibrada este 2023 con un leve superávit de US$100 millones, pero dar un salto positivo en 2024 hasta los US$ 3.800 millones.
La reversión del Gasoducto del Norte y la construcción de la segunda Etapa del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK) son las obras de transporte que el Gobierno nacional inicia su proceso de licitación para asegurar el abastecimiento interno con producción incremental de Vaca Muerta y un ahorro de divisas en importaciones por US$ 6.000 millones para 2024.
Ambas obras tienen el antecedente inmediato de la Etapa I del GPNK, cuyo 573 kilómetros de extensión fueron concretados en un plazo récord de 10 meses desde el corazón del no convencional neuquino, en la planta de Tratayén, hasta la localidad bonaerense de Salliqueló.
Esa capacidad de transporte adicional de 11 millones de metros cúbicos diarios /MMm3/d) permitió desde su puesta en marcha un ahorro por sustitución de importaciones de US$ 420 millones en apenas dos meses (actualmente unos US$ 12 millones diarios), y de US$ 1.600 millones para 2023.
Aquel tramo inicial forma parte del plan Transport.Ar que junto a las obras complementarias de ampliación del Gasoducto Neuba II y el tramo Mercedes-Cardales amplía la evacuación de Vaca Muerta, y que ya permite para el invierno 2024 no tener que contar con un buque regasificador en Bahía Blanca.
Ahora el Gobierno a través del Ministerio de Economía, la Secretaría de Energía y la empresa Energía Argentina (Enarsa), impulsan otras dos obras claves para el sistema gasífero: La reversión del Gasoducto del Norte y el Tramo II del GPNK.
En el primero de los casos, la licitación de la reversión tuvo su puesta en marcha el viernes pasado con la recepción de ofertas y la apertura de antecedentes de la empresa estadounidense Pumpco, y las locales BTU y Techint-Sacde, estas últimas que ya tuvieron a cargo distintos renglones del Tramo I.
La licitación está conformada por el renglón 1 que abarca la reversión de cuatro plantas compresoras del Gasoducto Norte, el loop de ampliación y la construcción de los 22 kilómetros finales de un nuevo tramo de 122 kilómetros totales entre Tío Pujio y La Carlota; el renglón 2 abarcará del kilómetro 0 al 50 y el renglón 3 del kilómetro 50 al 100.
Para los próximos días, luego de sortear la etapa de vista para observaciones e impugnaciones, se podrá avanzar con la apertura de las ofertas económica, la adjudicación y firma de contratos a mediados de octubre, con la idea de tener la obra finalizada y operativa en mayo de 2024.
Cuando eso ocurra, se estima que el gas de Vaca Muerta estará en condiciones de sustituir completamente las importaciones desde Bolivia, cuya producción atraviesa un fuerte declino en los últimos años al punto de no poder garantizar un abastecimiento mínimo al país para 2024.
Así, la reversión posibilitará un ahorro de US$ 1.600 millones de importación para el año próximo, lo que sumado a los US$ 4.400 millones de sustitución de la etapa I del GPNK permite alcanzar la cifra de US$ 6.000 millones entre los dos proyectos.
Tan sólo con este escenario, en el Gobierno aseguran que la balanza energética, que fue negativa en 2022 por unos US$ 4.500 millones, podrá estar equilibrada este 2023 con un leve superávit de US$100 millones, pero dar un salto positivo en 2024 hasta los US$ 3.800 millones.
La reversión demandará una inversión de US$ 710 millones, de los cuales 540 millones serán aportados por un crédito del Banco de Desarrollo para América Latina -CAF, y beneficiará a los hogares e industrias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.
A la vez, el gas de Vaca Muerta permitirá el desarrollo a escala de nuevas actividades fabriles, especialmente la minería de litio, bajará el costo de generación eléctrica y del gas natural, y generará 3.000 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos.
En este escenario también se suma la otra gran obra que Enarsa tiene en proceso de licitación inminente, que es la Etapa II del GPNK, una obra de 526 kilómetros que extenderá el ducto desde Salliqueló hasta San Jerónimo, un nodo del sistema gasífero ubicado en el sur de la provincia de Santa Fe.
Con el lanzamiento de esa licitación que el ministro de Economía, Sergio Massa, confirmó que se realizará a partir de mañana, se completará la capacidad de evacuación del ducto en unos 39 MMm3/d adicionales, lo que completará el abastecimiento de la demanda local, y permitirá iniciar el trazado de los planes de exportación.
Esta licitación, prevé desdoblarse en dos instancias de las cuales la primera a convocarse estará referida al suministro de caños para los 526 kilómetros de nuevos ductos, para luego avanzar con la obra civil en distintos frentes simultáneos de construcción, en un formato similar a la Etapa I.
También se va a establecer un plazo de ejecución lo más acotado posible por las necesidades que tiene el país, por lo que se estima que a finales de 2024 podrían estar operativos los trabajos, para completar la sustitución de importaciones.
El costo total del proyecto será de US$ 3.200 millones de acuerdo a estimaciones oficiales, por lo que el financiamiento será uno de los temas clave de la licitación, ya que correrá a cuenta de los privados ofertantes, y ya no por parte del Estado nacional.
Su puesta en marcha no sólo complementará el abastecimiento interno, sino que fundamentalmente permitirá proyectar la exportación del gas de Vaca Muerta a los cordones industriales del sur de Brasil, a través de la infraestructura adicional a la existente hasta la localidad de Uruguayana, a través del Gasoducto del Mercosur, o de Montevideo por el Gasoducto Cruz del Sur.
Fuente: Télam.