Los especialistas señalan que más allá de las expectativas, lo que queda por delante todavía “es malo” y el escenario marca “que aún estamos lejos de salir del pozo”. Crédito: iara.fotoss
Redacción Argenports.com
Contrariamente a lo que se afirmaba meses atrás, el río Paraná, al menos por ahora, no alcanzará los niveles de la bajante récord registrada en 1944.
Así lo señala el último informe del Instituto Nacional del Agua (INA), donde aborda los escenarios alternativos posibles de la bajante.
“Desde hace varias semanas se viene produciendo desde territorio brasileño el aporte de caudales superiores a los originalmente previstos, dando como resultado la estabilización de los niveles de la bajante en prácticamente todo el tramo argentino del río Paraná.
“En consecuencia –agregó el INA--, el comportamiento del río Paraná se ha alejado, de modo temporario, de aquello ocurrido, por ejemplo, en el año 1944 (bajante más severa registrada)”.
El ente hizo hincapié en la necesidad de readecuación de los escenarios considerados y destacó el contexto de incertidumbre, de característica multicausal, que predomina actualmente.
En tal sentido, en cuanto a los nuevos escenarios considerados a partir del 6 de agosto, el INA señala los siguientes:
Escenario I: continuación progresiva de la tendencia de bajante según registros recientes. Es el escenario que, a corto plazo, es el más probable de ocurrir.
Escenario II: más crítico que el escenario anterior, representando una situación intermedia. Es el escenario que, a mediano plazo, resultaría el más probable de ocurrir de acuerdo a la situación de las cuencas superiores de aporte y del estado de los embalses de aguas arriba.
Escenario III: más crítico aún, tendiente a aquello registrado en el año 1944 (bajante más severa registrada). Presupone lluvias débiles en el inicio del verano 2021/22.
“Dado que resulta aún incierto establecer la situación más probable de ocurrir hacia el verano, este escenario completa el abanico de posibilidades que podrían presentarse en el largo plazo, caso las lluvias del final de la primavera e inicio del verano resulten particularmente débiles”, indica el informe.
Según Juan Borus, del INA, la explicación para que la bajante del Paraná se haya alejado de escenarios como el de 1944 es el uso de las reservas hídricas en Brasil, y no la llegada de lluvias.
“Nos hemos apartado fuertemente de lo que se considera como el cuco, que es la referencia a la bajante de 1944, hoy estamos muy lejos ya de eso. Si bien todavía tenemos una tendencia para abajo en los tres escenarios, ninguna considera ya la probabilidad de igualar o superar lo del 44”, señaló en declaraciones al medio Aire de Santa Fe.
De todas maneras, aclaró, esto no significa que las perspectivas sean de una mejora significativa.
Muy por el contrario, Borus explicó que lo que queda por delante todavía “es malo” y que el escenario más probable, que es el II, marca “que aún estamos lejos de salir del pozo”.
“Vemos que va a continuar la situación de aguas bajas muy por debajo del límite desde Corrientes hasta el estuario”, adelanta el especialista.
¿Qué explica la mejora, o en todo caso que ya no empeora de forma drástica la bajante? Según el experto la respuesta no viene por el lado de las lluvias, que siguen siendo escasas.
En cambio, Borus apuntó al uso de las reservas de los embalses en las altas cuencas del Paraná y el Iguazú por parte de Brasil como respuesta.
“Claramente Brasil tiene necesidad de generar para cubrir su demanda eléctrica y no lo pueden hacer sin usar sus reservas. La pregunta es cuándo se van a agotar, la respuesta no la sabemos”, dijo el especialista, quien remarcó que la variabilidad climática es muy marcada en la región y que la incertidumbre “sigue siendo muy grande”.
Para Rosario se espera que el pico de la bajante sea entre finales de octubre y noviembre.,
En el mejor escenario se llegaría a -0,03 el próximo 19 de octubre, en un escenario intermedio a -0,84 el 23 de noviembre, y en el peor caso a -1,32 el 30 de noviembre.
El récord histórico fue el 19 de septiembre de 1944, con -1,39.
Para la ciudad de Santa Fe se esperan los siguientes escenarios: en el caso menos grave, el río llegaría a 0,02 el 26 de octubre, en el escenario II alcanzaría los -0,52 centímetros el 30 de noviembre, y en el peor escenario llegaría a medir -0,82 alrededor del 7 de noviembre.
La marca más baja registrada hasta ahora fue de -1,03 metros en 1944.