Dos monoboyas permitirán la carga de grandes buques petroleros a unos 6 kilómetros de la costa. Foto Gerholdt / Pixabay.
Por Redacción Argenports.com
Con la construcción de una nueva terminal portuaria en Punta Colorada, provincia de Río Negro, comienza a tomar forma el proyecto más ambicioso de infraestructura petrolera de las últimas décadas: el oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS).
Este megaproyecto, liderado por YPF y seis de las principales productoras de hidrocarburos de la cuenca, será clave para convertir al país en un jugador destacado en el mercado de exportación de crudo.
La terminal de Punta Colorada permitirá exportar unos 15 mil millones de dólares al año y será el punto final de un oleoducto de 437 kilómetros que unirá Allen, el nuevo hub petrolero de Vaca Muerta, con la costa atlántica, el cual también crecerá aun más con la futura operatoria destinada a exportar GNL por ese punto de la costa patagónica.
También te puede interesar: YPF y Shell exportarán gas licuado de Vaca Muerta en un acuerdo por US$ 140.000 millones
Muelle para mineral de hierro en Punta Colorada, hoy en desuso. Foto Gobierno Río Negro.
La obra, que arrancará en enero de 2025, busca iniciar operaciones comerciales en el segundo semestre de 2027 con una capacidad inicial de transporte de 275.000 barriles diarios.
Se instalará un nuevo puerto con dos monoboyas, a entre 6 y 7 kilómetros de la costa, para buques de gran porte, junto con un sistema de tanques de almacenamiento con capacidad para acopiar 7 millones de barriles, lo que conformará el puerto petrolero más grande que tendrá el país y uno de los mayores de Sudamérica.
En cuanto al proceso, el crudo se bombea desde los pozos a una planta de tratamiento. Desde allí viaja 600 kilómetros por el oleoducto hasta la terminal de tanques de Punta Colorada, en el golfo de San Matías.
La terminal luego mueve el crudo hacia las monoboyas, donde fondearán los buques tanque.
Inicialmente se habló de concretar una exportación por semana, de unos 2,4 millones de barriles o 390.000 metros cúbicos, pero es muy probable que las cifras crezcan.
El VMOS es una iniciativa conjunta de YPF, Vista, Pan American Energy (PAE), Pampa Energía y Pluspetrol, quienes también se encargarán de la construcción, operación y mantenimiento tanto del oleoducto como de la terminal portuaria.
En los próximos meses, se espera que Chevron y Shell se sumen al proyecto como accionistas.
Cada compañía ya aseguró su participación en la capacidad de transporte:
YPF: 120.000 barriles diarios.
Vista: 50.000 barriles diarios (9% de la capacidad inicial), con posibilidad de ampliación.
PAE: 15% de la capacidad inicial.
Pampa Energía: 22.500 barriles diarios.
Pluspetrol: 80.000 barriles diarios.
VMOS también otorgó opciones de suscripción de acciones a Chevron y Shell, quienes podrían comprometer hasta 230.000 barriles adicionales por día.
El oleoducto tendrá una capacidad inicial de 550.000 barriles diarios, con posibilidad de ampliarse hasta 700.000 barriles si la demanda lo requiere.
La inversión estimada para el proyecto, según señaló el diario La Mañana de Neuquén, ronda los 2.580 millones de dólares, aunque podría superar los 3.000 millones al incluir costos financieros.
La terminal en Punta Colorada, equipada con dos monoboyas en aguas profundas, permitirá cargar los tanqueros más grandes del mercado, reduciendo los costos de transporte en hasta 3 dólares por barril en comparación con Puerto Rosales, según precisó el citado medio neuquino.
Además, se construirán tanques de almacenamiento y estaciones de bombeo en Allen, completando una infraestructura clave para potenciar las exportaciones de crudo.
El financiamiento del proyecto se estructurará con un 30% de aportes de los accionistas de VMOS (aproximadamente 1.000 millones de dólares) y un 70% de préstamos internacionales.
Para garantizar la seguridad jurídica y el pago de los compromisos financieros, VMOS se beneficiará del "Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones" (RIGI), que permite destinar ingresos de exportaciones al pago de deudas.
Este proyecto no solo posicionará a Vaca Muerta como un líder en exportación de petróleo, sino que también traerá beneficios directos a los productores al facilitar el acceso a mercados internacionales competitivos, especialmente en Asia.
Cada día de demora en la construcción representa una pérdida potencial de 39 millones de dólares en exportaciones.
Tenaris será el proveedor de tubos, y la adjudicación de las obras civiles probablemente recaerá en un consorcio liderado por Techint y Sacde.
Con el inicio de las obras previsto para enero de 2025, la industria petrolera argentina está lista para dar un paso histórico hacia la consolidación de Vaca Muerta como una potencia mundial.