La terminal portuaria fue habilitada en el año 1977 y funcionó para la mina Hipasam hasta 1992. Luego fue reactivada y operó hasta 2016 con embarques de hierro al puerto de San Nicolás. Posee dos muelles de atraque y el máximo de carga a buques es de 2000 MT por hora de pellets de hierro. Foto Gobierno Río Negro.
Redacción Argenports.com
La tecnología del hidrógeno verde, que cada vez suscita un interés más concreto como una estrategia de transición energética, implica una gran oportunidad para Argentina, sobre todo porque tiene una amplia ventaja competitiva para generar energía renovable eólica con buenos vientos desde el centro de la provincia de Buenos Aires hacia el sur.
Tras el acuerdo logrado días atrás por la empresa Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (IEASA) con el instituto alemán Fraunhofer para el desarrollo del primer proyecto de hidrógeno verde a gran escala en la República Argentina, se suma ahora el interés de una empresa australiana por encarar un proyecto de ese tipo en el sur de la provincia de Río Negro.
En realidad no se trata de una novedad, ya que a fines de agosto pasado el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, junto con la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras; y el presidente de Fortescue Future Industries (FFI) para la región Latinoamérica, el ex capitán del seleccionado naciona de rugby Agustín Pichot, firmaron un acuerdo Marco que da inicio a tareas de prospección y factibilidad.
Carga de mineral de hierro en la terminal de Punta Colorada. Foto Antares Shipping.
Es decir, como ocurre en estos casos, la inversión no está decidida sino en estudio, de hecho las evaluaciones, evaluación de vientos por zonas (meseta de Somuncurá), étc, pueden llevar entre 12 y 18 meses.
Según el sitio especializado Desarrollo Energético, el plan de Fortescue Future Industries cuenta con varias secciones diferentes y complementarias que le permitirán llevar adelante la producción de hidrógeno verde para exportarlo en forma de amoníaco.
La primera consiste en la construcción de tres parques eólicos con una capacidad de generación eléctrica total de 2.000 MW, que se ubicarán en forma radial en los alrededores de la planta.
Para esto, FFI planea instalar en la zona 400 aerogeneradores de 5 MW cada uno, que le permitirán producir la mayor parte de los 2.300 MW de electricidad que necesitará para fabricar 20.000 t/d de amoníaco.
“El desarrollo de esta etapa requerirá de una inversión aproximada de 2.600 millones de dólares, ya que actualmente el costo de construcción se ubica en los 2,30 millones de dólares por MW, según calculan dos fuentes del sector renovable que han levantados parques en la Argentina”, dijo el informe de Hernán Dobry.
Otra etapa a ejecutar consiste en la construcción de una planta modular que se ubicará en la futura zona franca de Punta Colorada y que tendrá una capacidad máxima de producción de 20.000 t/d de amoníaco, que serán destinados a la exportación.
Inicialmente, la fábrica de FFI iniciaría sus operaciones consumiendo 300 MW de energía renovable que podría adquirir mediante contratos Mater o a través de un primer parque eólico.
Punta Colorada está en el sudeste de la provincia de Río Negro, dentro del departamento San Antonio. Mapa Google.
Dentro de la planta se realizarán tres procesos. En el primero, el electrolizador separará el oxígeno del hidrógeno de la molécula del agua para producir hidrógeno verde.
Por otra parte, utilizará oxígeno para generará nitrógeno que se usará para mezclarlo al hidrógeno y, así, obtener el amoníaco que se venderá al exterior.
Para la producción del hidrógeno, necesitará utilizar 5.832 metros cúbicos por día de agua que tomará de las napas subterráneas, que podrían requerir un tratamiento previo si cuenta con algún factor de salinidad.
“En la fábrica de la petrolera Capex, en Diadema, en la provincia de Chubut, la compañía local debe realizarse este tipo de proceso, dada su cercanía con el mar, antes de poder iniciar su elaboración”, dijo Dobry.
Según detallaron las fuentes que fueron consultadas por el sitio hubo cuatro factores que inclinaron la balanza para que los parques y la planta se proyecten en Punta Colorada:
La primera y excluyente tiene que ver con que se trata de una zona que cuenta con la capacidad de vientos suficiente para producir energía eólica, el combustible de los desarrollos de hidrógeno verde.
La segunda es el acceso al agua, otro insumo clave.
En tercer lugar, el acceso a un puerto de aguas profundas de aproximadamente 23 metros que permite la circulación de buques de gran porte que tienen cerca de 16 metros de calado.
Además, en las cercanías de donde se instaría la planta está el muelle de la empresa china Metallurgical Group Corporation (MCC) que era utilizado para la exportación del hierro extraído en la mina de Sierra Grande, cuando estaba en actividad.
Por último, y no menos importante, es que la provincia está negociando con el ministerio que lidera Kulfas para la instalación de una zona franca, en Punta Colorada, que les permitiría a las empresas que desembarque allí contar con la exención al pago de diversos impuestos.
En realidad el calado de ese puerto es menor, unos 12 metros, y el muelle por diseño es apto para la carga de material a granel, no permitiendo la descarga.