Este año para septiembre se paró toda la actividad porque el callo empezó a evidenciar marea roja.
Redacción Argenports.com
Hace un mes que la flota pesquera artesanal de Puerto Madryn está parada como consecuencia de la marea roja.
Dicho fenómeno complica a la actividad en las costas del golfo y genera pérdidas económicas importantes.
Al menos 500 familias depende de la actividad y, según señaló por LU20 Emanuel Delgado, el presidente de la Asociación de Pescadores Artesanales, dijo que los valores de la marea roja son superiores a los normales y ni siquiera les permite pescar vieyras para callos.
“De forma directa e indirecta son unas 400 ó 500 familias, contando las familias de las plantas que hacen el proceso del pescado y del marisco para que pueda llegar al consumidor final”, advirtió el referente de la flota artesanal, en declaraciones que reprodujo la agencia ADN Sur.
No solo les preocupa la incertidumbre económica provocada por el parate de la pesquería, sino que también observan que los cambios climáticos influyen negativamente en el desarrollo y aparición de determinadas especies.
A ello se le suma las dificultades que comenzaron a aparecer en el último tiempo para acceder a las playas, como la gran cantidad de algas en las costas o el cierre de las servidumbres de paso por parte de algunos campos.
Luis De Franceso no recuerda niveles de marea roja tan altos en los golfos Nuevo y San José.
En diálogo con Canal 12, el tesorero de la Asociación de Pescadores Artesanales de Puerto Madryn recuerda que hace más de 30 años habían llegado a 22 mil unidades ratón y ese fue el máximo, ahora asegura que se elevaron a 107 mil.
“Esto ha llegado a perjudicar la supervivencia de la actividad durante los meses de marea roja, que se sobrevivía con la vieira haciendo callos o medias valvas”, cuenta.
Con la captura y el posterior procesamiento de la vieira trabajaban todos los años hasta el 15 de diciembre, aproximadamente, y tenían un respiro para pasar tranquilos las fiestas, mientras duraba la veda biológica.
Este año para septiembre se paró toda la actividad porque el callo empezó a evidenciar marea roja.
“Ese es uno de los grandes inconvenientes que está teniendo la actividad hoy”, advierte De Franceso, quien se esperanza a que disminuyan los niveles de toxinas en el agua y que Pesca pueda reabrir la temporada, aunque sea los dos últimos meses del 2022.
“Tenemos la esperanza puesta en noviembre que se arrima desde hace dos años consecutivos el pez limón a Playa Colombo. Estamos esperanzados en que se arrimen a pesar de que se nos instalaron cinco cadáveres de ballenas en ese sector, agravando la situación.
“Estos días fueron a pescar donde hay ejemplares muertos y las redes quedan con olor nauseabundo. Creemos que eso está afectando la entrada de pescado”, reflexiona De Franceso sobre este inusual fenómeno que se reporta en dos de los golfos de Chubut.