Arriba, la Gerardus Mercator y abajo, la Henri Pitot. Los trabajos permitirán mantener una vía estratégica clave para la salida de las exportaciones argentinas.
Adrián Luciani
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Dos buques de la Compañía Sudamericana de Dragados, subsidiaria de la belga Jan de Nul, comenzarán mañana nuevas tareas de mantenimiento en el canal principal del estuario de Bahía Blanca y en los sitios portuarios.
Se trata de la enorme draga de succión por arrastre Gerardus Mercator y de la draga Henri Pitot, que emplea inyección de agua.
Ahora ambos buques se encuentran realizando viajes en el estuario de Bahía Blanca para validar un requisito básico como lo es navegación sin uso de práctico.
Esta obra es clave para asegurar la operatoria de los puertos de Bahía Blanca y Rosales, al mismo tiempo que también tiene un carácter estratégico para el país, ya que garantizará, con una profundidad suficiente, las exportaciones de granos y otros productos, sobre todo cuando la sequía en el norte dificulta la navegación a plena carga de los buques por la hidrovía del Paraná
La draga Pitot se dedicará al dragado de sitios junto a los muelles. En vez de aspirar los sedimentos y llevarlos a otro sector, este tipo de dragas inyectan agua a presión y hacen desplazar el material, el cual luego es trasladado por la fuerza de la marea.
En el caso de la Mercator, que hasta hace unos 10 años conformaba el lote de las más grandes del mundo, es una draga de succión construida en 1997 y que navega bajo la bandera de Mauricio. Tiene 152,9 metros de largo y 29 de ancho, con una capacidad de carga es de 20333 t DWT.
Esta draga de succión por arrastre aspira el material y lo conduce luego a vaciaderos específicos.
Su función será la de realizar el mantenimiento del canal principal de acceso a puertos, el cual mide 97 kilómetros y 190 metros de ancho de solera, es de mano única y ofrece la posibilidad de giro en rada o en muelles.
Se estima que ahora la Mercator operará en el llamado Canal del Toro, Canal Exterior, Base Naval de Puerto Belgrano y en la zona de giro de Ingeniero White.
Esta draga es la nave de su tipo más grande que haya operado alguna vez en La Argentina y fue traída el año pasado por Jan de Nul, la empresa familiar de origen Belga, líder en actividades de dragado, portuaria y marítimas.
Las tareas son continuidad de las encaradas el año pasado y se enmarcan dentro de la obra adjudicada por el Consorcio de Gestión a la empresa Compañía Sudamericana de Dragados por 22 millones de dólares, con un plazo de ejecución de dos años y medio,
Los trabajos comprenden la remoción de sedimentos con el objeto de restituir las condiciones teóricas del canal principal, cuya profundidad permite la navegación de buques de hasta 45 pies (13,72 metros) de calado, independientemente del estado de la marea, pudiendo en pleamar alcanzar los 50 pies.
En la licitación se estableció que el dragado de mantenimiento deberá asegurar que en ningún lugar del canal principal existan profundidades menores a las del diseño teórico.
En dos sectores (km 42 al 45 y 60 al 80) deberá entregarse con un sobredragado de 1,5 o 3 pies.
Dado que el sistema se encuentra afectado por sedimentación permanente se realizará, durante el plazo de la obra, dos campañas de dragado para la opción de 3 pies de sobredragado con una duración aproximada de 130 días cada una, o tres campañas de restitución para el caso de 1,5 pies de sobredragado, con una duración máxima de 90 días
Compañía Sudamericana no solo tiene a su cargo el mantenimiento del canal principal de acceso a los puertos, sino que en octubre de 2019 se había asegurado también, tras ganar la correspondiente licitación, el dragado de mantenimiento de los sitios de atraque en Ingeniero White, Galván y Rosales.