Avanza la construcción de los dos últimos buques comprados para controlar el mar

22 septiembre 2021

Mientras el ARA Almirante Storni está prácticamente terminado y llegaría en octubre próximo, la Armada prevé para marzo – abril de 2022 la incorporación del ARA Contralmirante Cordero. Estarán destinados a monitorear la extensa Zona Económica Exclusiva.


En primer plano el ARA Contralmirante Cordero. Atrás, el Almirante Storni. Foto crédito: Fuerzas Armadas Argentinas.


Redacción Argenports.com

   Todo parece indicar que en los próximos meses Argentina finalmente podrá alistar a la totalidad de los patrulleros oceánicos adquiridos en Francia.

   De hecho avanza a muy buen ritmo la construcción del ARA Contralmirante Cordero (P-54).

   Se trata del último de los cuatro buques de la clase OPV 87 Gowind comprados a la empresa gala Naval Group.

   Tras haber sido botado en mayo pasado en el astillero Kership de Lanester, en Lorient, el barco se encuentra ahora siendo sometido a nuevas tareas en los astilleros Piriou, en Concarneau, ciudad de la región francesa de Bretaña, donde estuvo un tiempo en área seca y ayer volvió al agua.

   De acuerdo con el cronograma fijado, el nuevo buque será entregado a la Armada Argentina en marzo - abril de 2022, mientras que en octubre próximo se procederá a la entrega de la tercera unidad de esta clase, el ARA Almirante Storni (P-53).

   El primer patrullero océanico, el ARA Bouchard, fue comprado ya con uso (estuvo seis años en la Armada de Francia)  y se incorporó en febrero de 2020 a las tareas de control en el Mar Argentino.

   El segundo fue el ARA Piedrabuena, que se sumó a la Armada en junio pasado.

   Las tres unidades cero kilómetro (Piedrabuena, Storni y Cordero) poseen un refuerzo en sus cascos para poder acceder, con hielo limitado, a la zona norte de la Antártida.

ara cordero en francia

Características técnicas

   Los patrulleros marítimos de esta clase pueden permanecer en alta mar durante más de tres semanas, alcanzar una velocidad de 21 nudos y alojar un helicóptero.

   Poseen una eslora de 87 metros, una manga de 13 metros y un calado de diseño de 3,3 metros, desplazando a plena carga 1.450 toneladas. 

   Su tripulación está compuesta por 40 hombres y disponen de un moderno cañón de 30 milímetros, apto para conflictos de baja intensidad.

   Cuando la adquisición de este material fue aprobada, por decreto, en 2018, surgieron críticas contra la administración de Mauricio Macri por no haber encarado un programa de fabricación nacional.

   A estos cuestionamientos las autoridades respondieron señalando que la medida fue dispuesta en la urgente necesidad de recomponer el poder naval de la Armada para el patrullado marítimo.

   Por entonces los funcionarios de Defensa argumentaron que Francia se  comprometió a entregar las cuatro unidades en un plazo no mayor a los tres años, mientras que con los astilleros locales el plazo de entrega se eleva a por lo menos seis años.