Más de 130 buques se vieron impedidos de cargar normalmente por las medidas de fuerza en los puertos del río Paraná, Foto gentileza Christian Alejandro.
Redacción Argenports.com
Finalmente, a casi tres semanas de una huelga que paraliza a los principales puertos exportadores del país, el gobierno nacional parece decidido a intervenir de lleno y lograr una solución al conflicto.
Para cumplir ese objetivo convocó a las cámaras empresarias y a dos de los tres gremios que vienen llevando a cabo la prolongada medida de fuerza.
Estos son la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODYARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA).
Por ahora quedó afuera de la negociación, habrá que ver qué sucede en las próximas horas, la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (URGARA).
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Sin embargo, pese a la intervención del gobierno nacional, no se avizoran buenas noticias a corto plazo, sobre todo porque ambas partes vienen sosteniendo posturas sin muchos puntos en común como para prever un fácil acuerdo.
Habrá que ver si los empresarios llevan una nueva propuesta a la reuinión del martes ya que según señaló Gustavo Idígoras, presidente de Ciara, os trabajadores del sector "deben tener la tranquilidad de que serán acompañados durante 2021 con los ajustes de inflación que los números del índice precios al consumidor del Indec arrojen mensualmente y a eso se comprometen las empresas".
"Este esfuerzo empresarial debe ser la garantía de paz social para todo 2021, así el país podrá exportar al mundo y recibir las divisas que necesita", detalló.
A este difícil panorama debe sumarse el paro dispuesto para ayer, y hasta mañana, por el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales, de Pesca y Cabotaje Marítimo, y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU).
Estas medidas de fuerza afectan a los buques remolcadores de maniobra portuaria y paralizan la operación de los puertos.
La Federación de Empresas Navieras Argentinas (FENA) expresó su preocupación por el conflictivo escenario laboral que golpea al sistema portuario argentino.
Al mismo tiempo, advirtió por el posible desabastecimiento y paralización del comercio exterior.
“Quedaron detenidas las exportaciones e importaciones por vía acuática, el transporte de hidrocarburos y gran parte del tráfico de cabotaje”, dijo la entidad en un comunicado de prensa.
También señaló que la prolongación de esta medida podría provocar desabastecimiento de combustibles y agravar el aislamiento del comercio exterior del país.
La entidad en la que revistan las principales cámaras empresarias de armadores nacionales los reclamos consiste en el cambio en el sistema remunerativo de esta actividad.
“Este se viene aplicando desde hace décadas y sumado al reclamo de recomposición salarial -que en paralelo también está siendo negociado- se traduce en un incremento salarial extraordinario que afecta a uno de los sectores más castigados por la crisis que atraviesa la marina mercante nacional”.
Incluso, el Centro de Navegación también tomó parte en el conflicto y le envió una nota al subsecretario de Puertos, Vías Navegables y Marina Mercante de la Nación, con copia al ministro de Trabajo, Claudio Moroni.
Allí expresa su preocupación por el paro y reclama la intervención de dichas áreas gubernamentales para garantizar la continuidad de las operaciones de buques en puertos y el flujo del comercio exterior, “actividad declarada como esencial en el marco de lucha contra la pandemia y sostén fundamental de nuestra economía nacional”
La nota firmada por Julio Delfino y Pablo Tsolis, presidente y secretario respectivamente, destacó también el impacto del paro dispuesto por el Centro de Patrones y Oficiales Fluviales de Pesca y de Cabotaje Marítimo y el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU), pese a la conciliación obligatoria dispuesta en el 23 de diciembre por la Dirección Nacional de Relaciones y Regulaciones del Trabajo de la cartera de Trabajo.
Tras aludir al paro de URGARA y los aceiteros, la entidad señaló:
“Este Centro reconoce y ratifica el derecho de huelga constitucionalmente tutelado, no obstante lo cual, destacamos con preocupación el gran impacto negativo que medidas de este tipo, tomadas con poca anticipación y aún con debida anticipación, producen para las operaciones de buques en puerto y en consecuencia, para todo el comercio exterior argentino”.
En ese sentido, el Centro de Navegación destacó el gran perjuicio que esta situación genera en el sector, habiéndose registrado ya pérdidas por sumas millonarias -en divisa-, en términos de lucro cesante y de buques parados en puerto o rada sin poder operar, y por las pérdidas de carga que este tipo de situación de imprevisibilidad produce en las operaciones de transporte por agua.
“Esta situación no solo se traduce en pérdidas para la industria del transporte por agua, sino también principalmente para los exportaciones e importaciones de nuestro país, siendo que estas últimas, en aproximadamente un 85%, constituyen insumos y capital de trabajo para las exportaciones, tales como por ejemplo para nuestra industria nacional automotriz, entre otros, que se ven directamente perjudicados por no poder garantizar su continuidad operativa.
“Más preocupante aún –agrega la entidad--, resulta el efecto nocivo que esta situación produce para toda la economía del país, no sólo por las pérdidas millonarias que afectan al sector privado, sino también para las propias arcas del Estado Nacional, las cuales se ven privadas de recibir cuantiosos ingresos como consecuencia del cese de operaciones de comercio exterior”.
Luego dijo que esto nos “revela ante el mundo entero como un país imprevisible, poco confiable para efectuar inversiones”.
La semana pasada, desde la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC) presentaron una nueva propuesta paritaria.
“Se propuso que la revisión del año en curso por dos meses sea del 10% (4% en noviembre y 6% en diciembre) que se abonará como suma fija no remunerativa pero que pasaría al básico a partir de enero 2021”, señalaron.
En cuanto a 2021, se propuso 25% en tres tramos hasta julio (13% enero, 6% abril, 6% julio). Los incrementos son no remunerativos con impacto en adicionales y horas extras, y se suman al básico el incremento anterior tras cada aumento. Asimismo, se prevé una revisión salarial en agosto.