La exportación de GNL genera enormes desafíos. Fotos Argenports.com
Por Camilo Ciruzzi
A fines de 2022, la principal compañía petrolera que opera en la argentina, YPF (51% de capitales estatales) firmó un Memorando de Entendimiento con la malaya Petronas, para iniciar los estudios de factibilidad de una planta de liquefacción de gas natural en la ciudad de Bahía Blanca, con salida al Océano Atlántico.
El proyecto incluye el desarrollo de gasoductos e infraestructura, la producción de GNL, la comercialización y la logística internacional.
Argentina tiene la segunda reserva de gas no convencional del mundo (Vaca Muerta),y el objetivo del las compañías es suplir la demanda mundial de gas y asistir a la transición energética mediante el reemplazo de matrices "sucias" y reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera.
Actualmente, YPF y Petronas tienen un acuerdo de explotación del bloque "La Amarga Chica" en la cuenca neuquina, donde producen 54 mil barriles diarios (un incremento interanual del 14,6%) y 1 mmcm/d de gas.
Al presentar su balance anual 2022 a los inversores, YPF consignó: ¨Habiendo alcanzado niveles eficientes de competitividad tanto en gastos de capital como en gastos operativos, ahora nos enfrentamos a la oportunidad de acelerar el desarrollo de nuestros recursos de shale. Esto se ha vuelto aún más relevante en el contexto geopolítico actual en el que el mundo demanda energía asequible, confiable y sostenible, aumentando la atracción de convertirse en un exportador neto de petróleo crudo y, a mediano plazo, abordar la oportunidad de convertirse en un exportador relevante de GNL.
"Pretendemos fortalecer nuestra competitividad y adaptación oportuna a las tendencias que están teniendo lugar en el sistema energético global y que tendrían un impacto decisivo en las próximas décadas, como la descarbonización y la electrificación, así como aquellas que buscan aumentar la eficiencia de los hidrocarburos".
En ese mismo balance detalló que la estrategia corporativa de la empresa tiene el foco puesto en "abordar oportunidades en los mercados globales", y si bien aclaró que seguirá monetizando la cartera de gas basada en la demanda local y exportación a países vecinos "aprovechando la capacidad ociosa en los gasoductos existentes", aclaró que "los vastos recursos recuperables de shale gas o disponibles en nuestras concesiones de Vaca Muerta y la eficiencia probada ya lograda en esas operaciones ofrecen una oportunidad única para expandir nuestra estrategia a mediano y largo plazo en busca de una actividad ampliada orientada a los mercados globales de gas natural licuado (GNL).
"Con ese fin, dedicaremos recursos en un futuro cercano, tanto humanos como de capital, para analizar tanto técnicamente como económicamente la viabilidad de una planta de GNL a gran escala que podría resultar ser una forma de hacer crecer aún más nuestro negocio de gas natural".
Ambas empresas, ya hicieron reserva del aplazamiento de la futura planta de GNL en el puerto de Bahía Blanca y se encuentran en etapa de análisis fáctico.
No obstante ese análisis, YPF , el el resto de las empresas que operan en argentina, esperan que el gobierno del residente Fernandez envíe al Congreso (ayer se concretó) un proyecto de ley de GNL que permita garantizar inversiones y -principalmente- estabilidad jurídica.
De hecho, el CEO de YPF, Pablo Iuliano explicó que mientras esperan esa ley, avanzan con aspectos técnicos de un proyecto complejo. "La ley es condición necesaria para que podamos hacer el proyecto, es la que genera las condiciones para que sea factible y ejecutable. Es seguro que el proyecto va a seguir hacia adelante, mientras tanto estamos invirtiendo en ingeniería y en los primeros estudios, después ya una vez la ley aprobada vamos a tener ya decisiones de inversión. La decisión final de inversión va a estar el año que viene (2024).
El paraguas legal para avanzar hacia el "salto exportador" que imaginan Argentina y las empresas es condición imprescindible para en 2028 tener el primer módulo instalado. El propio Iuliano estimó que el proyecto tiene un costo de 1100 a 1200 dólares por tonelada de GNL, "con lo cual, para un proyecto de 25 millones de toneladas, estamos hablando de 30.000 millones de dólares" sin contar las inversiones accesorias de infraestructura.
´ El ex ministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual director de Gas Energy Latin America, Álvaro Ríos Roca, dijo que como exportador "Argentina esta comenzando a caminar" y en ese sentido el primer paso es el de "abastecer con un mercado contractualizado a Chile; llegar al norte del país, de Chile y venderle a Bolivia a partir del 2028 29, y si las cosas van bien utilizar los ductos en Bolivia para llegar al gran mercado de Brasil que aún sigue siendo deficitario".
"El gran problema de la Argentina es la seguridad jurídica. Hay que firmar contratos de largo plazo por 20 años y Argentina tiene problemas para contractualizar el mercado chileno , por lo tanto el largo plazo va a costar aún más", agregó, sin embargo consideró que mínimamente "estamos a 7 años probablemente, o tal vez un poco más, de ver alguna molécula fluyendo de GNL al mercado internacional desde Vaca Muerta".
De todos modos, independientemente del abastecimiento regional que plantea Ríos Roca, la posibilidad de exportar GNL implica que Argentina, que padece el mismo problema que otros países latinoamericanos, pueda dotar al segmento de estabilidad jurídica:
"Los países de la región tienden a no cumplir contratos. Hay que ver si esta ley de GNL atrae esa inversión. Pero fuera de la ley hay que ver quien se anima a traer 5000 millones de dólares o 10.000 millones de dólares para estructurar un gasoducto dedicado nueva producción una planta de GNL cuando cuando todavía las empresas no las dejan sacar sus utilidades. Creo que todo esto merece que la macroeconomía y la credibilidad de una eventual ley de esa naturaleza vayan madurando. Una ley por sí sola no es suficiente"
Según estimó el consultor, un proyecto como el que plantean YPF y Petronas podría llegar a funcionar con valores de 2 dólares el MBTU.
"Haciendo una adivinanza educada diría que un mercado estable podría estar alrededor de los 10 dólares, el MBTU promedio. Y en ese mercado estable, habrá que deducirle unos 2 de transporte y 3 de licuefacción. Entonces estamos hablando de un precio de gases Vaca Muerta que yo estimo que estará presente en 2 a 4 dolares el MBTU, un rango que es el que tiene el mercado norteamericano el con el shale".
Nicolas Arceo, Director de Economía&Energía, explicó que el mercado regional del país es limitado "y para desarrollar plenamente Vaca Muerta vas a necesitar desarrollar terminales. Ahora en este contexto macroeconómico es difícil pensar que esos proyectos se puedan viabilizar en el corto plazo, pero claramente el GNL es la salida para aumentar fuertemente la producción de gas natural hacia adelante".
Otra ventaja comparativa interesante según Arceo es en términos de costos: "Creo que la salida comercial es a través del Atlántico, es lo lógico y cuando ves los costos de transporte desde Bahía Blanca o San Antonio Oeste al sudeste asiático en particular, no tenés costos más altos que los del Golfo de México, centralmente porque te estás ahorrando el traspaso del Canal de Panamá. Con lo cual no hay un problema de localización tan grave".
Arceo coincide con Ríos Roca en cuanto al precio mínimo que necesitaría el proyecto de YPF-Petronas, que cifró en torno a (o menos) los 10 dólares por MBTU, aunque "discrepo solo en un punto: la licuefactora va a salir bastante más que tres dólares. Ese precio es en los mejores proyectos pre-guerra de Ucrania en los Estados Unidos y con un costo de financiamiento mucho más bajo. De todos modos el número cierra igual",
La formación shale argentina es de nivel mundial, está comprobado. Sin embargo el proyecto de GNL obligará al menos a duplicar la producción para poder alimentar la liquefactora con 95 mmcm/d, según estima el proyecto argentino malayo. Para tener dimensión de lo que implica. Actualmente la formación produce unos 140 mmcm/d.
"Petronas brindará la tecnología y las terminales licuefactoras flotantes en una primera etapa y luego colabora en la inversión. para el desarrollo de la plataforma terminal. Esto implica comprar gas a otros productores, porque es difícil que YPF por su cuenta garantice el volumen total diario. Es probable que otras empresas participen del proyecto". La lógica indica que un consorcio de de productores abasteciendo la terminal sea la mejor opción.
Independientemente de ello, la magnitud de la inversión, del orden de los 30 mil millones de dólares, incluyendo el upstream, ductos dedicados a la exportación y terminal. "El proyecto, si mal no recuerdo es de tres trenes", añadió Arceo, y agregó que el proyecto final puede llevar entre 8 y 10 años hasta estar terminado, "si tiene el marco jurídico adecuado y con viento de cola. Hay muchas conversaciones de muchas compañías e intragobierno dado los requerimientos de GNL por parte de Europa. En términos concretos, lo único firmado, y que es muy preliminar, es el MOU con Petronas, el resto no existe".
Fuente: La Mañana de Neuquén