Por estas horas son varios los interrogantes que envuelven al presente y futuro de la vía troncal de navegación. Foto Gente de Río.
Por Adrián Luciani
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La crisis que generó en el gobierno el resultado de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) también tiene impacto en el presente y futuro de la Hidrovía.
Pese a que aún no hay información oficial sobre la cuestión central y más relevante, es decir, el mantenimiento del dragado y balizamiento, obviamente es de suponer que esta tarea no corre riesgo y que por ahora continúa a cargo de Jan de Nul y de Emepa, aunque se desconoce bajo qué forma contractual.
Tampoco se descarta totalmente que el gobierno acepte la propuesta presentada por un grupo de empresas interesadas en el balizamiento: Hydra Argentina, Pentamar y SADE, a quienes tiempo atrás se les solicitó un presupuesto por esa tarea.
Para colmo de males la bajante acecha y los próximos meses amenazan con ser muy duros para la navegación en el Paraná.
Resulta llamativo, en tal sentido, que la Administración General de Puertos haya emitido un comunicado sobre su nuevo rol a cargo de la Hidrovía, pero no haya profundizado en esa cuestión esencial.
En medio del temporal que se abate sobre el gabinete de Alberto Fernández, no es un tema menor saber qué sucederá con el ministro de Transporte, Alexis Guerrera.
Esa cartera se encuentra bajo la órbita de Sergio Massa, quien por ahora continúa evaluando si sus funcionarios continúan en el gobierno o si decide seguir el camino de Cristina y Máximo Kirchner.
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Mientras tanto, en los despachos oficiales esperan con ansiedad que pase el temblor para hacer las valijas o para avanzar en cuestiones esenciales para el país.
También espera con ansiedad el sector empresarial, necesitado de certezas y de avances en la futura licitación de la Hidrovía.
Podrá decirse que se continúa trabajando normalmente en la administración pública, pero las heridas que dejaron los resultados electorales del último domingo parecen difíciles de sanar a corto plazo.