El río Paraná bajó a -10 centímetros en Paraná y comenzaron a monitorear el túnel subfluvial

26 junio 2021

El río descendió este sábado 12 centímetros por debajo del cero en Paraná y los pronósticos dan cuenta de que la bajante se agudizará en los próximos días, con una perspectiva de alcanzar menos 40 centímetros a mediados de julio.


Especialistas señalan que, de acuerdo a los antecedentes históricos, es probable que se produzca un año más de bajante. Foto Télam.


   El río Paraná continúa con su tendencia bajante y alturas por debajo del nivel del mar y de los límites de aguas bajas en varias ciudades de Entre Ríos, por lo que en numerosos sectores se visibiliza sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las ciudades de Santa Fe y Paraná, donde monitorean la situación.

   "Queremos transmitirle seguridad a los usuarios: donde se hace visible la manta, ya hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto", apuntó hoy el Ente del túnel Raúl Uranga-Carlos Sylvestre Begnis.

bajante parana

   En Paraná, el río tiene hoy una altura de -10 centímetros, lejos del límite de aguas bajas (2,30 metros), 1,25 metros menos que a principios de junio, y prevén que alcance niveles muy similares a los registrados en el año que más descendió en la historia.

   En 1944, la situación fue peor que la actual: frente a Paraná, el río marcó 1,40 metros por debajo del cero, al igual que en Diamante (-1,29); y en La Paz (-1,08).

   El ingeniero Carlos Paoli, docente e investigador del Departamento de Hidrología General y Aplicada y de la FICH indicó a Uno que tanto las bajantes como las crecientes “son caras de una misma moneda” y son situaciones “extraordinarias”.

Niveles preocupantes pero no inéditos

   “Estamos ante una bajante del río Paraná que es preocupante por los valores que ha alcanzado y los valores que va a alcanzar. De todas formas, debemos decir que existen en la historia del río, desde principio del siglo pasado, situaciones de bajante similares a esta e inclusive más pronunciadas.

   "Lo que ha pasado y lo que más impacta y lo que más llama la atención a la gente es que una situación de este tipo no se registraba desde finales de los años 60. O sea los años 1968, 1969 y 1970, se dio una situación de bajante de tres años consecutivos, 71 inclusive fue un año de aguas bajas, y después de esa situación hubo un período húmedo en el cuál la característica del río fue las grandes crecidas”, puso relevancia el investigador.

   De la misma manera continuó: “La de 1983, la de 1992 y 1998 y prácticamente no hemos olvidado de las bajantes. Son la otra cara de una misma moneda, en la otra cara tiene la crecida del río. El río tiene sus fluctuaciones en grandes bajantes como en grandes crecidas que suceden cada tantos años que son situaciones que se llaman extraordinarias porque el período de retorno donde pueden presentarse estas situaciones es de más de 30 o 40 años que es lo que más llama la atención”.

Situaciones similares a las de 1969

   Paoli adelantó que las previsiones para el corto plazo no son alentadoras y advirtió que el mes que viene el río estará en una situación “similar” a la de 1969.

   “Los estudios del agua los hace el Instituto Nacional del Agua a través de su sistema de alerta hidrológico y los avisos de corto plazo, el último fue emitido el martes tiene pronóstico para el 29 de junio y para el 6 de julio donde en Paraná tiene un valor de 15 centímetros por debajo del cero para el 29 y de 27 cm por debajo del cero para el 6, con lo cual estaríamos ya en situaciones similares a la del año 69”, explicó el exdirector del Centro Regional Litoral.

bajante parana

   El docente adelantó que de acuerdo a los antecedentes históricos “es probable” que tengamos un año más de bajante.

   A raíz de la bajante, en algunos sectores del río se visibiliza sobre la superficie la manta protectora del túnel subfluvial que une las capitales de Entre Ríos y Santa Fe.

   El Ente del túnel explicó que sus "equipos técnicos realizan constantes mediciones batimétricas" y que hasta hoy "no se observaron cotas comprometedoras ni anomalías en la distribución del flujo", y las cubiertas protectoras muestran "un comportamiento adecuado, dentro de un escenario de aguas bajas".

   Por otro lado, el Instituto Nacional del Agua (INA) espera que el 6 de julio el Paraná tenga una altura próxima a los -28 centímetros en la capital entrerriana y que pueda llegar a los 40 centímetros por debajo del cero

Continuará la baja

   "La tendencia descendente continuará en las semanas subsiguientes", confirmó el INA, y señaló que "no se espera una mejora sensible en los próximos meses", con julio "especialmente crítico, con afectación a todos los usos del recurso hídrico, especialmente la captación de agua fluvial para consumo urbano".

   El caudal que ingresa al tramo argentino del río Paraná es "un 40% el valor promedio de junio de los últimos 25 años", al igual que en el delta del Paraná, donde el caudal registra "fuertes descensos que acentúan la condición de aguas bajas", al menos "hasta el 31 de agosto", agregó el organismo.

   Además, la Dirección General de Obras Sanitarias de Paraná comenzó trabajos de limpieza, dragado y traslado de bombas para mejorar la captación de agua cruda para potabilizar.

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   En Diamante la altura del río se mantiene bajando con 18 centímetros de altura, por debajo de los 2,40 metros del límite y 1,25 metros menos que el 6 de junio.

   En La Paz, el río Paraná se mantiene con 40 centímetros; 1,40 metros menos que a principios de mes y muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas.

Disminución gradual

   Para esa ciudad entrerriana, el INA espera que la altura "continúe disminuyendo gradualmente", hasta alcanzar el 0 "en la segunda semana de julio".

   Bordet confirmó que la provincia "está trabajando en una planta potabilizadora para La Paz, y también va adelantado un proyecto similar para Diamante".

   En Victoria el río descendió a 1,16 metros y continúa con esa tendencia desde el 7 de junio, cuando marcó 2,2 metros de altura, alejándose de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.

   En la capital provincial, viviendas y calles costeras tuvieron grietas y quiebres en el suelo; varias embarcaciones quedaron encalladas; y se registran cambios en la morfología y el ecosistema natural de las islas y la costa.

   Fuente: Télam y El Once.