Desde la izquierda, Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), y Marcos Bulgheroni, CEO de Pan American Energy (PAE), durante la muestra Argentina Oil & Gas (AOG),
Por Adrián Luciani
aedgarluciani@gmail.com
El CEO de Pan American Energy (PAE), Marcos Bulgheroni, propuso hoy la conformación de un consorcio de empresas petroleras liderado por YPF para exportar, en forma de GNL, el gas de Vaca Muerta.
Según el directivo, la medida sería muy oportuna en un contexto de demanda internacional que, según se avizora, se mantendrá firme en el largo plazo.
La propuesta de Bulgheroni fue expuesta esta tarde durante una charla realizada en el marco de la décimo tercera Exposición Argentina Oil & Gas, en la que uno de los temas principales de debate de la industria son las condiciones necesarias para desarrollar la capacidad de exportadora de gas y petróleo de la Argentina, en el actual contexto de reordenamiento geopolítico y de la transición energética.
Según el CEO de PAE, la construcción de una planta de Gas Natural Licuado demandará una inversión de entre 10 y 15 mil millones de dólares, junto con un gasoducto desde Vaca Muerta y almacenamiento e infraestructura portuaria para la generación de 4,5 a 13 millones de toneladas de GNL, según la progresividad del proyecto.
"Esto puede lograrse a través de un consorcio liderado por YPF, y queremos que incluya todas las productoras que son las operadoras de las moléculas, con empresas que hayan tenido experiencia en manejo de estas plantas y los eventuales compradores", sostuvo.
También resaltó la posibilidad de "unir Vaca Muerta con el Norte Grande, cerrando el anillo con las transportistas TGS y TGN para empezar a buscar los mercados externos", en particular el demandante sur de Brasil, país al que se podría "exportar de manera sostenida".
Esa demanda se puede abastecer con un anillo Buenos Aires-Porto Alegre y un segundo desde Montevideo, incluso redireccionando el gasoducto norte donde actualmente se transporta el gas desde Bolivia hacia la Argentina, para en conjunto "ser más eficientes y competitivos con volúmenes de 30 a 40 millones de metros cúbicos (mm3) diarios" para el principal mercado de la región.
"Del Gobierno –afirmó en declaraciones que reprodujo la agencia Télam- necesitamos señales claras de largo plazo, garantías de que el gas va a fluir, contratos en firme e incluso acuerdos país-país, para darle un marco internacional y por supuesto acceso a las divisas para financiar y repagar este proyecto, por ejemplo mediante un fideicomiso para que parte de esos dólares permitan pagar esa inversión".
Para Bulgheroni, si bien es una oportunidad para la Argentina, “venimos de un marco complicado en el que las empresas estamos restringidas financieramente para hacer inversiones e incrementar la producción".
Además, dijo que en este momento "no se sabe quien va a suplir esa demanda que se presenta tras el conflicto en Ucrania”, mientras que el excesivo precio del GNL y de otros combustibles hace prever posibles cortes en el suministro de gas y de electricidad a las grandes industrias en el invierno.
Cabe recordar que hace años se viene hablando de la instalación de una planta de GNL para exportar gas.
Años atrás, tanto YPF como la unión de Transportadora de Gas del Sur (TGS) y Excelerate Energy han impulsado este tipo de emprendimientos de licuefacción en la zona de Bahía Blanca para convertir en GNL el gas natural de Vaca Muerta.
Mientras que YPF se inclinó por una iniciativa a gran escala, TGS y Excelerate impulsaron y aún impulsan la construcción de una planta modular, capaz de ser ampliada, y con una menor inversión.
En este caso, según trascendió, se trata de una instalación on-shore escalable, con módulos de 4 millones de m3 cada uno de capacidad y una inversión de hasta u$s800 millones por cada uno, la cual se puede ampliar hasta un total de 16 millones m3.
Incluso durante la presidencia de Mauricio Macri YPF desarrolló en Bahía Blanca una experiencia en tal sentido, mediante la contratación de la barcaza de licuefacción Tango, proyecto que luego fue desechado por el gobierno de Alberto Fernández por sus grandes pérdidas.
Entre otros motivos, la decisión estuvo motivada en la nula rentabilidad del proyecto, incluso con los precios más altos de venta del GNL registrados antes de la pandemia porque se estimó que el costo diario de a barcaza, incluyendo el alquiler, uso de muelle de terceros, étc, era de unos 200 mil dólares diarios y las 5 cargas exportadas no alcanzaron ni por asomo a cubrir los gastos.
Más cerca en el tiempo, el mes pasado tomó fuerza la posibilidad de que esa instalación terrestre fuese construida gracias a una inversión china y a ese proyecto aludió, sin dar mayores detalles, el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
La idea seguramente volverá a estar en el candelero si es que se avanza con el gasoducto desde Vaca Muerta a Salliqueló y luego al sur de Santa Fe, ya que incluso en la primera etapa de la obra permitiría disponer de gas suficiente en Bahía Blanca para su procesamiento y posterior exportación.
El convenio con los inversores chinos establecería una estabilidad de precios por una cantidad de años a definir para enviar a ese país asiático GNL.