La obra apunta a mantener condiciones óptimas de profundidad y ancho de canal, en especial para asegurar el ingreso y egreso de las embarcaciones de gran porte que recalan en la terminal, como buques tanque que transportan combustible y portacontenedores.
Por Redacción Argenports.com
Si bien los buques portacontenedores todavía pueden operar normalmente en el puerto de Mar del Plata, la necesidad de un nuevo dragado se hace cada vez más acuciante.
En tal sentido, según señaló Alberto Ovejero, uno de los titulares de Terminal de Contenedores 2 (TC2), las autoridades portuarias esperan para diciembre la llegada de la draga que se encargará de las tareas de mantenimiento.
Desde la izquierda, Alberto Ovejero, Marcos Gutiérrez y Emilio Bustamante.
Cabe recordar que a comienzos de octubre pasado el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata aceptó la propuesta presentada por la empresa española Canlemar S.L en el proceso de llamado a licitación pública nacional e internacional y ahora avanza hacia la adjudicación de la obra de dragado.
La firma oferente atendió un pedido que se le hizo para mejorar el presupuesto original presentado y finalmente cotizó en un monto de 6.554.545,80 dólares, comprometiéndose a ejecutar las obras en un plazo de 150 días corridos.
La obra apunta a mantener condiciones óptimas de profundidad y ancho de canal, en especial para asegurar el ingreso y egreso de las embarcaciones de gran porte que recalan en esta terminal como buques tanque que transportan combustible y los portacontenedores, vinculados a la operatoria de comercio exterior.
Al ser consultado desde Revista Puerto si le preocupa la demora por la obra de dragado, sobre todo porque ya pasaron sesenta días de la apertura de sobres y todavía no se adjudicó ni firmó el contrato, Ovejero señaló:
“No, hablamos siempre con Marcos (Gutiérrez, presidente del Consorcio) y me dijo que esperan la draga para el mes que viene. La situación es crítica pero dentro de todo todavía se puede operar por el canal secundario que es por donde entra hace varios meses el portacontenedores. Me preocupan otras cosas que veo que no hay avances”, puntualizó.
En tal sentido, el empresario, quien junto a Emilio Bustamante está a cargo de TC, dijo que le preocupa la falta de espacio.
“Estamos en conversaciones con dos navieras más para que puedan operar por el puerto y con empresas que no solo quieren exportar sino también importar y con Emilio no sabemos qué decir, porque seguimos con un permiso de uso precario por tres años que vence en mayo del año que viene y no sale la licitación.
“Lamb Weston –agregó--, comenzará a funcionar en cinco meses y eso requerirá de una logística que hoy no vemos que avance. Los contenedores requieren espacio y no lo tenemos para atender toda la demanda que se viene”.
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Cuando se le preguntó si debajo de la zona de silos hay espacio para ubicar contenedores, el empresario dijo que ese lugar está destinado a la exploración offshore.
“Eso terminó y seguimos pagando estos meses más allá de que no hay actividad, porque confiamos en que es una industria que tiene potencialidad. Podemos usarlo como plazoleta si lo acepta el Consorcio pero necesitamos que nos permitan mayor independencia.
“Todos los proyectos que andan dando vuelta implican un movimiento de 15 mil contenedores por año. Hoy nadie ha planificado ese volumen porque nunca nadie ha querido ver lo que es un puerto, que es más que un amarradero de barcos inactivos y cesión de tierras como si fuese una inmobiliaria”.
En Mar del Plata, la actividad portuaria enfrenta una compleja situación en algunos rubros y Ovejero, referente del sector de la estiba y con más de cincuenta años de experiencia en los muelles, describe un panorama de sobreoferta, falta de trabajo y desafíos estructurales
Recientemente, el puerto fue escenario de una polémica por un comunicado emitido por CAPEAR ALFA, que propone desregular el servicio de estiba. Ovejero, quien se encontraba en Santiago del Estero al momento de la publicación, expresó que esta iniciativa refleja una falta de comprensión de la situación actual.
Según él, el puerto atraviesa una sobreoferta de cooperativas de estibadores.
"Hoy sobran un 60% de las cooperativas, y solo hay trabajo para seis o siete empresas, no para dieciocho".
También mencionó que la reducción de descargas, especialmente de calamar, ha golpeado la actividad, obligando a buscar alternativas para generar empleo.
En cuanto a las negociaciones salariales, Ovejero destacó que siempre se dialoga con las cámaras armadoras antes de alcanzar acuerdos, aunque reconoce tensiones recientes.
"Sabemos que son tiempos difíciles, pero siempre buscamos la mejor manera de acordar".
Bahía Blanca / Buenos Aires / Argentina
