Se anunció que el proyecto busca recuperar la vía existente entre puerto Galván (Bahía Blanca), Empalme Aguará, Cippolletti y Contralmirante Cordero, además de la construcción del Nuevo Desvío Añelo, señalamiento, playas ferroviarias y desvíos. (Foto gentileza Federico Alberto Pizarro).
Por Adrián Luciani
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Finalmente, tras más de cinco años de idas y vueltas, de avances y retrocesos, el denominado ramal ferroviario Norpatagónico, entre el puerto de Bahía Blanca y Vaca Muerta, parece tener ahora una chance concreta de realización.
Sin embargo, a diferencia de lo que se vino barajando durante la anterior administración nacional, el proyecto no será realidad de la mano de las empresas petroleras argentinas, sino de préstamos chinos.
El viernes pasado el presidente Alberto Fernández y el ministro de Transporte, Mario Meoni, terminaron formalizando lo que se venía hablando desde hace ya varios meses.
Meoni hace uso de la palabra, La firma de convenios con las firmas chinas fue presidido por Alberto Fernández.
Durante un acto desarrollado en la Casa Rosada, el gobierno nacional firmó cuatro convenios con las empresas chinas China Railway Construction Corporation Limited (CRCC), China Machinery Engineering Corporation (CMEC), CRRC Corporation Limited.
Estos acuerdos permitirán una inversión de 4.695 millones de dólares para la reactivación de las líneas ferroviarias de carga Belgrano, San Martín y Tren Norpatagónico, y para la compra de material rodante y repuestos para los trenes de pasajeros del AMBA y de los servicios regionales y de cercanía.
En el caso del tren a Vaca Muerta, se firmó un memorando de entendimiento con CMEC para rehabilitar el tren Norpatagónico por U$784 millones.
En cuanto a la traza del ramal, se anunció que el proyecto busca recuperar la vía existente entre puerto Galván (Bahía Blanca), Empalme Aguará, Cippolletti y Contralmirante Cordero, además de la construcción del Nuevo Desvío Añelo, señalamiento, playas ferroviarias y desvíos.
“Se intervendrán 660 Km de vías, que generarán 5.420 puestos de trabajo, beneficiando a las provincias de Buenos Aires, La Pampa, Río Negro y Neuquén”, anunció el ministerio de Transporte a través de un comunicado de prensa.
Las primeros pasos oficiales con miras a concretar el también llamado Tren Petrolero, por su objetivo principal de abaratar los costos de la logística exigida por los pozos de Vaca Muerta, se remontan a mayo 2015, en las postrimerías del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, aunque primeros estudios son incluso más antiguos, ya que se iniciaron en 2013.
Luego, durante la administración de Mauricio Macri, el tema tuvo vigencia hasta abril del año pasado, cuando la iniciativa quedó en terapia intensiva al abrirse los sobres de la licitación lanzada por los cupos de carga en el futuro ramal y el gobierno no pudo asegurar los 4 millones de toneladas necesarios para hacer viable el proyecto.
Apenas se consiguieron 3.317.000 toneladas y la cifra obtenida puso de manifiesto el escaso interés de las petroleras en el tren, salvo la estatal YPF.
En 2018 se dio a conocer el proyecto técnico. Para todo el ramal Bahía Blanca – Vaca Muerta se pensó en un plazo de ejecución de cuatro años.
La idea es que no sea simplemente un tren petrolero destinado a transportar los insumos necesarios para el yacimiento no convencional, por caso arena, cemento, tubos, baritina, cabezales y tubulares.
En ese sentido se apunta a que sirva para llevar carga de productos regionales como alimento balanceado, productos de retail, de minería o fruta del Alto Valle.
Habrá que ver ahora si la actual administración nacional mantiene sin variaciones el proyecto elaborado durante el macrismo o si, respondiendo al sueño de varios especialistas ferroviarios y amantes del tren que aspiran a un ramal “para todos” donde no sólo puedan ser atendidas las necesidades de ambas cabeceras (Añelo y Galván), sino de los pueblos y ciudades intermedias.
Otros interrogantes de peso consisten en saber si podrá ser usado para el servicio de transporte de pasajeros y si tendrá paradas en todas las estaciones que pueden aportarle carga gracias a una imprescindible complementación con el camión.
También, aunque en una segunda etapa, aparece la intención oficial de extender los rieles desde Zapala a Pino Hachado, conformando asi el ferrocarril Trasandino del Sur a Chile.
Ayer, José Brillo, presidente de la Agencia para el Desarrollo y la Promoción de Inversiones de Neuquén (ADI) explicó en la emisora de radio LU5 que aún resta definir la traza del recorrido de este ferrocarril, que podría conectarse con Loma Campana a través de Challacó, de Cipolletti o incluso desde Chichinales.
También, según señaló, hay posibilidades de que el tren pase por Rincón de los Sauces, no sólo para dotar a esa región de insumos para la extracción de los hidrocarburos sino para potenciar las explotaciones mineras en el sur de Mendoza, donde se extrae el potasio.
Precisamente, años atrás fracasó un gran proyecto de la minera brasileña Vale para extraer ese mineral en la zona de Malargüe y llevarlo en tren hasta el puerto de Bahía Blanca, desde donde sería exportado.