El río Paraná casi quintuplicó su caudal en menos de un mes

10 febrero 2021

Juan José Neiff, investigador del Conicet y magister en Ecología Acuática Continental, explicó que "este proceso de creciente se debe a las lluvias registradas en la cuenca alta de los ríos Paraná e Iguazú".


Los especialistas sostienen que la velocidad con que se dio la creciente refleja que "el período de seca se está terminando". Foto gentileza diario El Litoral.


   El río Paraná comenzó un "llamativo" proceso de creciente que casi quintuplicó su caudal en menos de un mes, tras la bajante histórica con mediciones hidrológicas que no se registraban desde hacía 50 años.

   "Lo llamativo es la rapidez de este proceso de creciente, que se debe a las lluvias registradas en la cuenca alta de los ríos Paraná e Iguazú", aseveró Juan José Neiff, investigador del Conicet y magister en Ecología Acuática Continental.

rio parana crecida

   Si bien este martes la medición expone una bajante, en menos de un mes el aumento fue exponencial y los registros muestran que el 11 de enero, en el puerto de Corrientes la altura no llegaba al metro (0,97 metros) y el lunes 8 de febrero fue de 4,76 metros.

   En este sentido, el experto agregó que la velocidad con que se dio la creciente refleja que "el período de seca se está terminando".

   Respecto de las consecuencias que esta modificación pronunciada del caudal provoca en los peces, el investigador explicó que "este desborde de las planicies es favorable porque los más chicos están protegidos en lagunas y bañados".

   "Se evita el efecto de los predadores; en los refugios, la creciente es favorable", aseveró.

   Además, señaló que los peces pequeños necesitan lagunas y planicies de inundación donde se crían.

   En tanto, agregó que "hay dos etapas fundamentales, los peces adultos migran y con esta creciente la migración es mayor y los pequeños necesitan de esas lagunas, que hasta hace muy poco estaban con el caudal muy disminuido o secas, para criarse y desarrollarse".

   Por otra parte, el académico sostuvo que la creciente también beneficia a la navegación en el río Paraná, ya que desaparecen los bancos de arena y se mejoran los canales de navegación .

   En cuanto a la continuidad o no de la creciente, Neiff dijo que la situación "es poco previsible, hay variabilidad en el clima en el corto y mediano plazo".

   "Por lo pronto no tenemos situaciones que nos hagan pensar en un alerta, que sería cuando el Paraná asciende hasta los 6,50 metros y mucho menos al nivel de evacuación que llega a los 7 metros", concluyó el investigador del Conicet.

   En el puerto de Corrientes, el río Paraná registra este martes una altura de 4,67 metros en bajante, según el informe diario emitido por la Prefectura Naval Argentina.

   “El repunte del río es una buena noticia, veníamos de un año donde la altura no superaba el metro y medio y hoy estamos en una altura de 3 metros y se observan una gran cantidad de camalotes que se desarrollan y al incrementarse las agua, el río los desprende de las márgenes y los traslada”, indicó el biólogo, Martín Bettller a Elonce TV.

   Según, relató Bettller, la aparición de los camalotes, tiene que ver con la crecida del río y con el período reproductivo de los mismos, “el camalotal es un grupo de especies, funciona como hábitat y refugio para algunos peces. Generalmente los más pequeños escapan a través de las raíces de sus predadores”, resaltó.

   Además, contó que otra de las funciones de los camalotes son las “hidrodinámicas y de sedimentación. Cuando los camalotes se adosan en las bocas de riachos, frenan la velocidad de la corriente y permiten la sedimentación de material fino y con eso muchos nutrientes”.
Otro de los aspectos que se destacan es la apariencia que le otorgan al río “es algo que forma parte del acervo cultural de la región, muchos artistas le han dedicado frases”, sumó.

   Cabe destacar, que “muchos de los camalotes no llegan al destino final que es el río de La Plata, sino que se van a quedar en alguna laguna y pueden ser o no arrastrados a través del cauce principal”.

   “La aparición de camalotes es positiva para la reproducción de peces, no es algo inmediato, pero se nota al largo tiempo. Además, los camalotales son un indicio que el río está recuperando su dinámica ecológica general”, detalló el biólogo.

   Cabe destacar que el río Paraná es dinámico y con la bajante se observaron diversos bancos de arena en distintos tramos de su recorrido. Uno de estos bancos de arena que llamó la atención fue el que apareció en la zona de Bajada Grande, sobre este tema, el biólogo dijo que “existe a la posibilidad que diversos organismos logren fijar el banco, haya sedimentación y aflore una vegetación, que luego podría transformarse en una isla”.

   “El claro ejemplo de este fenómeno es la Isla Bonita, que comenzó como un banco de arena y se fue poblando de vegetacion, pero es imposible de prever debido a la corriente".

Impacto positivo en el puerto de Diamante

   La crecida mejoró notablemente la operatividad en el Puerto de Diamante, luego de una bajante muy prolongada que duró alrededor de un año y fue muy severa.

   “Estábamos muy preocupados porque la baja del río genera un problema, esta creciente nos llena de buenas noticias teniendo cuenta el trabajo que se realiza en el puerto”, valoró el presidente del Puerto de Diamante, Luis Stello.

   En este sentido, explicó que “el Puerto de Diamante en este último tiempo se manejó con barcazas, que son naves que no necesitan tanto calado para trasladarse. El mínimo que tenía el río permitía que se pueda trabajar de la misma manera”.

   Y resaltó: El río se comporta como una especie de cubo, que cuando más agua tiene, más espacio hay para que los buques de gran calado trasladen grandes cantidades de carga”.

   Fuentes: Télam y elonce.com